El Día de la Constitución encuentra al país ocupado en un debate en el cual es precisamente ese estatuto el tema por excelencia. En una tribuna están adictos al poder que barajan medios para modificar la Carta con fines de reponer la proscrita reelección presidencial. En la otra postula la parte sensata de la sociedad que rechaza estos aprestos y demanda respeto para la integridad de la Carta Magna.

Se pronuncia entonces el secretario general del PLD, Reinaldo Pared Pérez, para asegurar que el presidente Leonel Fernández ni otros dirigentes de esa organización  han planteado modificar la Constitución. Sea por desistimiento o porque esta sería  la convicción original de ese sector político, queda la impresión de que la sensatez habría ganado el primer round.

Sí al museo sobre la Era de Trujillo

El país ciertamente necesita un museo que exhiba las cosas del tirano Rafael Trujillo. Hay generaciones de jóvenes que desconocen esa parte de la historia.

Desde luego,  bajo ningún pretexto podría ser un museo de alabanza, sino uno que exhiba con lujo de detalles cada una de las atrocidades del tirano y sus acólitos. Ese fragmento de nuestra historia merece ser refrescado y conocido.

Indolentes por idiosincrasia

Con el abandono del parque agroindustrial El Pozo de Nagua se reafirma una de nuestras características más negativas: el desprecio por las cosas que pueden multiplicar riqueza y mejorar las condiciones de vida de la gente.

Esta obra, en la que estuvieron comprometidos los gobiernos dominicano e italiano y que costó RD$300 millones, se deteriora desde hace cinco años por abandono y puede terminar siendo saqueada pieza por pieza, en vez de generar riqueza y abrir plazas de trabajo.

En esta práctica hemos sido reiterativos y persistentes. Iniciamos y abandonamos a medio talle obras importantes como anexos de hospitales y un megamercado. También hemos almacenado en las peores condiciones equipos médicos sofisticados y  de altísimo valor, donados por gobiernos amigos.

Con el parque agroindustrial El Pozo reafirmamos uno de nuestros rasgos.