POR PEDRO GERMOSÉN
La construcción de un metro en esta ciudad, con una inversión de US$326.6 millones, sería un desafío al acuerdo que el gobierno firmó con el Fondo Monetario Internacional (FMI), advirtió ayer el representante local de ese organismo, Ousmane Mandeng.

En otro orden, Mandeng dijo que lo que está previsto para junio de este año es la formulación de una reforma fiscal integral y no su sometimiento al Congreso como explicó, el secretario de Finanzas, Vicente Bengoa.

Tras una reunión con el presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, Mandeng precisó también que la reforma fiscal se centraría en la ampliación de la base impositiva y no, precisamente, en crear nuevos gravámenes. En la reunión también participaron diputados de todos los partidos.

Pacheco, quien rechazó la aprobación este año de una nueva reforma fiscal, reveló que los técnicos del FMI pidieron la eliminación de las leyes de incentivos al turismo y a las inversiones en la frontera.

Agregó que Mandeng y sus acompañantes solicitaron además la aprobación de los proyectos de bonos internos y soberanos.

Al responder a los periodistas, el representante local del FMI dijo que «acomodar» un proyecto de la magnitud del metro «representa un cierto desafío para nuestra meta.»

Significó que en el acuerdo firmado por el gobierno con el FMI «no está previsto este proyecto» y agregó que «hay ciertos techos en los gastos» planteados a través de la negociación.

Señaló que la construcción del metro no afectaría si se incluye esa iniciativa en sustitución de otros gastos de inversión.

Consideró que la construcción de la obra representaría una «despriorización» de los gastos del gobierno.

Manifestó que cualquier desviación de un proyecto por otro representaría un problema para el cumplimiento de los acuerdos entre el FMI y el gobierno.

Mandeng pidió el respaldo de los congresistas al acuerdo con el FMI mediante la aprobación de los proyectos y otras disposiciones contenidas en la negociación.

Respecto a la reforma fiscal, el representante local del FMI explicó que el acuerdo prevé las fechas de marzo y junio para la formulación de los elementos de ese proceso y la fijación de un calendario para su aplicación.

Precisó que en el acuerdo no se habla ni del sometimiento de la reforma al Congreso ni de su aplicación, sino de la formulación del paquete.

«Creo que en ese sentido es cierto lo que dijo ese alto funcionario (Bengoa) de que el acuerdo no prevé la implementación, sino la formulación de esta reforma», expresó Mandeng.

Por su lado, el presidente de la Cámara de Diputados dijo que ni el Congreso ni los partidos con representación congresional están en disposición de aprobar otra reforma fiscal este año.

Pacheco advirtió que de hacerlo se correría el riesgo de un levantamiento popular o poblada como la ocurrida en abril del 1984.

Agregó que el pueblo no está preparado para asimilar otra reforma fiscal cuando todavía no ha logrado superar los efectos de la primera.

Expresó que las cámaras legislativas podrían iniciar el conocimiento de otra reforma fiscal a partir de diciembre, pero reiteró que la misma no sería aprobada durante este año.

«Sabemos que el FMI quiere que la República Dominicana avance, pero si nosotros hacemos exactamente lo que técnicamente el país requiere, también podemos llegar a un abril del 1984», advirtió el congresista.