Cuando el ejercicio de la medicina era romántico, emocional y vocacional los médicos se caracterizaban por movilizarse, con un emblemático maletín negro, en caballos, coches y muy pocas veces en un automóvil de la época, a combatir el dolor y/o luchar contra la muerte y, si su visita era exitosa, el pago casi siempre consistía en mucho agradecimiento o regalos folklóricos, pero en la actualidad, la vorágine del comercio con la salud nos envolvió y obligó a muchos a competir en forma indecorosa y asociarse con los dueños del negocio y, a propósito de la “consulta” que hizo el PLD, quise dejar claro que merece un reconocimiento especial quien tuvo la brillante idea de engatusar a la Junta Central Electoral introduciendo prematuramente una primaria para ganar tiempo adicional y potabilizar al ganador y sobre todo, haciendo una consulta sin paciente y sin médico, convencido de que el propietario del consultorio, no importa si es empresario, médico o político, siempre gana, como en todos los juegos de azar.
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