La calidad de las aguas subterráneas puede verse alterada por la introducción de sustancias como consecuencia de las diversas actividades humanas.

Los agroquímicos (fertilizantes y plaguicidas) utilizados en las prácticas agrícolas, los residuos líquidos o sólidos de la actividad industrial, la deposición no controlada de residuos sólidos urbanos y el vertido de aguas residuales urbanas son las principales fuentes de contaminación.

Una realidad de la que no escapa la República Dominicana.

De acuerdo al Plan Maestro de Alcantarillado Sanitario de Santo Domingo presentado en el año 2012, el subsuelo del Gran Santo Domingo presentaba una contaminación de 82 por ciento por las descargas de aguas residuales mediante pozos filtrantes, ya que solo un 18 por ciento de las calles de esa demarcación tenían redes de alcantarillado sanitario.

El agua subterránea tiende a ser dulce y potable, pues la circulación subterránea suele depurar el agua de partículas y microorganismos contaminantes.

Sin embargo, en ocasiones estos llegan al acuífero por la actividad humana, como la construcción de fosas sépticas o la agricultura.

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Por otro lado, la contaminación puede deberse a factores naturales. Por ejemplo, si los acuíferos son demasiado ricos en sales disueltas o por la erosión natural de ciertas formaciones rocosas.

En los focos de contaminación, las causas a menudo son difíciles de identificar, ya que los contaminantes pueden llegar hasta el suelo, las plantas, los animales o el agua por muy diferentes razones que no siempre resultan obvias.

En todo caso, lo que sí está claro es que todas ellas tienen que ver con la acción del hombre y la actividad industrial.

Resumiendo, y de modo esquemático, las causas de la contaminación del suelo son: Vertido de residuos y basura, uso intensivo de químicos, fugas radioactivas, humo de coches e industria, alcantarillado viejo.

La contaminación del suelo también tiene una serie de efectos adversos, entre los cuales nos encontramos con que contamina las aguas subterráneas y superficiales, debido a los agroquímicos y a otros productos que se filtran por el suelo hasta llegar a las aguas subterráneas.