Las toses repetidas y profundas, que se manifiestan como si salieran desde el fondo de una cueva y no  desde la garganta, el carraspeo, los escupitajos a primeras horas de la mañana e incluso las dificultades para respirar, son síntomas que se asocian a una bronquitis peligrosa y que poco a poco se va haciendo más profunda si no se toman medidas a tiempo.

¿Qué es una bronquitis?  La bronquitis es una inflamación de la mucosa bronquial acompañada de tos persistente, dificultad respiratoria y abundancia de flemas, que muchas veces si no se trata a tiempo puede derivar en pulmonía.

Y es que un  simple resfriado puede ser el origen de la bronquitis, sobre todo cuando se vive o trabaja en ambientes contaminados. Los más afectados por esta enfermedad son bebés, asmáticos, ancianos y fumadores.

La Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica alerta de la responsabilidad del tabaco en estos procesos y señala que si sigue incrementándose este pernicioso hábito entre el sexo femenino pronto la prevalencia de afectados se igualará en hombres y mujeres.

Los hombres, más afectados. En la actualidad, los datos epidemiológicos son lo suficientemente concluyentes e indican que todavía los hombres sufren este proceso tres veces más que las mujeres.

Se calcula que uno de cada cuatro varones que ha cumplido el medio siglo de vida ofrece ya síntomas de bronquitis crónica, una enfermedad que genera una gran presión asistencial y coste sanitario.

En los servicios de Neumología y de Atención Primaria estos procesos bronquíticos son responsables de más de 10 millones de consultas al año en todo el mundo.

Tipos de bronquitis. Hay que distinguir entre la bronquitis aguda o circunstancial y la crónica o permanente, que se conoce con el acrónimo de EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), que supone una patología grave y progresiva que acaba con la vida de numerosos pacientes cada año.

La mortalidad, que supone el aspecto más dramático de la bronquitis crónica, es hoy más frecuente entre los hombres de más de 50 años, tradicionalmente más expuestos a agentes contaminantes en el trabajo y de una generación en la que las mujeres no fumaban tanto como ahora.

A pesar de los numerosos informes que relacionan el tabaco con la enfermedad y en muchos casos la muerte, todavía no se ha logrado frenar el número de fallecimientos directamente atribuibles a este hábito y se teme que las mujeres de la generación que se ha sumado hace unos años al consumo de cigarrillos haga que en los próximos años aumenten los casos de bronquitis crónica y de cáncer de pulmón femenino.

Las claves

1.  Subir las defensas

Para reforzar el sistema inmunológico durante esta enfermedad se recomienda comer alimentos ricos en zinc y vitaminas A y  cítricos. La cebolla cruda también se debe incluir en la comida y la cena, pues alivia la inflamación de las membranas y facilita la transpiración y respiración.

2.  Remedios en casa

Se recomiendan  bebidas como el  zumo de limón endulzado con miel o azúcar moreno e infusión de menta o de eucalipto que combaten la infección y la tos a la perfección. Es recomendable  disminuir el consumo de grasas y azúcares.