La convención ordinaria del PRD

La convención ordinaria del PRD

JESÚS FERIS IGLESIAS
Unos días antes de las elecciones del 16 de mayo pasado, en convención extraordinaria celebrada en un hotel de la ciudad capital, la mayoría que conforma la Comisión Ejecutiva Nacional del PRD aprobó la realización de la XXI Convención Ordinaria para fines del año en curso, nombrando para presidir la misma, a la compañera Milagros Ortiz Bosch, quien además, fue también nombrada presidenta para la modernización del partido.

Es necesario señalar, que la próxima convención ordinaria que se quiere realizar, conjuntamente con el inicio del proceso de modernización del partido, tiene el reto más importante en la historia del PRD, ya que de los resultados en términos de transparencia, ejercicio de la democracia en todos los niveles y la elección de la nueva dirigencia, desde la cúpula hasta las bases, dependerá el futuro del partido.

En otras palabras, de la calidad organizativa de la convención por un lado; de la forma que las y los aspirantes a los diferentes cargos se comporten por el otro, y el grado de conciencia de los votantes en la escogencia de las y los mejores dirigentes, dependerá si el PRD será capaz de ser nuevamente el partido de la mayoría del pueblo dominicano, o por el contrario, se inicia el camino al empequeñecimiento y desaparición.

Esto lo decimos, por la necesidad de que el partido que más ha luchado por el establecimiento de la democracia en el país, exhiba un proceso convencional que sea modelo a los demás partidos políticos del país; donde se exhiba un nivel de transparencia tal, que el que gane, sea reconocido o reconocida por los que pierdan, sin discusión alguna, no por temor a divisiones o cualquier otro factor, sino por la claridad con que se efectuó la convención y el conteo final de los votos.

Una convención que verdaderamente permita a su membresía, la escogencia libérrima de lo mejor de lo viejo y lo mejor de lo nuevo.

Se hace necesario que el padrón del partido sea configurado nuevamente en cada municipio, tal y como lo han expresado los dirigentes a nivel nacional. Que cada municipio participe activamente en conocer nuestra real militancia y en el proceso, dejar abierta las inscripciones para nueva membresía. Que el padrón del partido no sea un secreto de Estado y que cada municipio sepa con cuántas dominicanas y dominicanos cuenta.

Por otro lado, las diferentes corrientes políticas que existen dentro del partido, deben reflexionar profundamente y ponerse de acuerdo en dos condiciones importantísimas para que el partido recupere su credibilidad y fortaleza: la selección de precandidaturas bien aceptadas en la comunidad donde vivan, y que sean capaces para el cargo al que aspiran. Un perfil de cargos se hace imprescindible para evitar aspiraciones desmedidas.

Asimismo, regular estrictamente la campaña interna y no permitir bajo ningún concepto la práctica vergonzosa e inmoral de la compra de votantes con campañas millonarias, impidiendo de esa manera que meritorios dirigentes puedan competir en igualdad de condiciones.

Los votantes deben ir tomando conciencia del reto que tenemos por delante y comenzar a intercambiar con sus compañeros y compañeras en sus zonas, barrios, lugares de trabajos; de recreación, los perfiles que debe tener la nueva dirigencia del partido a todos los niveles, para hacer del mismo una poderosa maquinaria que retome los ideales por lo que tanto luchó nuestro inolvidable José Francisco Peña Gómez.

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