La COPAL al borde del despeñadero

La COPAL al borde del despeñadero

La Alianza de Países Productores de Cacao, mejor conocida por sus siglas en inglés de COPAL, la cual convocó tres reuniones los días 15, 16 y 17 del mes que discurre en la sede de la Organización Internacional del Cacao (ICCO) en Londres, se encontró en una encrucijada de difícil solución; ya que, Costa de Marfil, uno de sus miembros –y de paso el  primer productor de cacao del mundo (43%) – se encuentra sumida en una grave crisis política, debido a que el actual presidente Laurent Gbagbo, rehusó en diciembre 2010, reconocer la victoria de su adversario Alassane Ouattara, hecho que ha reconocido la ONU, la Comunidad Económica de los Estados Africanos del Oeste (CEDEAO), la Unidad Africana (UA), Francia, Estados Unidos de América y otros Estados africanos.  Sin embargo, Gbagbo se aferra al poder al contar con las fuerzas armadas y el soporte de África del Sur y Angola.

En la edición del periódico francés Le Monde del 11 de marzo, este reputado órgano de comunicación escrita ha resaltado en su primera plana que: “El futuro de África se juega en Costa de Marfil”.  En este editorial, el influyente diario francés vaticina que: “Una victoria de la fuerza en Costa de Marfil, consagrará el triunfo de la brutalidad sobre el derecho; lo cual también significará el descrédito por anticipado de todas las futuras elecciones en África”. No obstante, Francia que reconoció el triunfo de Ouattara y que posee un numeroso contingente militar en los alrededores de Abidján, capital considerada anteriormente como el París de África, ha mantenido una neutralidad “sospechosa”, debido en gran parte a los grandes intereses económicos de Francia en la región.

El día 15, un sub-comité de la COPAL que había sido designado en Kuala Lumpur, Malasia, para la celebración de su 50avo. Aniversario, se reunió en la ICCO en Londres.  La República Dominicana, en la persona del que estas líneas escribe, fue seleccionada para presidir la reunión.  Pero ¡Oh sorpresa! En esta convocatoria ajena a fines políticos, se presentaron dos representantes: Alí Touré (Ouattara) y Meledge Enoc Grah (Gbagbo), cada uno alegando ser el legítimo delegado de Costa de Marfil. No me valió argumentar el carácter apolítico de los temas de agenda y ante la solicitud de cada uno para que expulsara al otro, no tuve otra alternativa que suspender la reunión.  Al otro día, la reunión presidida por el Embajador de Brasil tuvo que ser suspendida por el mismo motivo.

Esta grave crisis marfileña podría desembocar en una guerra civil si la comunidad internacional no interviene para detener la escalada de violencia, la cual ha sido la causante del aumento del precio del cacao en el mercado internacional,  emolumento muy similar al que obtuvo en los años 1976/77, cuando la tonelada métrica alcanzó casi el nivel de los cuatro mil dólares.  De continuar esta corriente alcista, tanto los países procesadores como los productores, al cabo de un tiempo relativamente corto, saldrán perdiendo, ya que los consumidores –al perder su poder adquisitivo por la crisis— no podrán comprar la cantidad de cacao y sus derivados que antes consumían y en consecuencia, el mercado entrará en recesión y de nuevo volverá el ciclo de precios bajos.  Por eso, es vital que la situación político-militar  en Costa de Marfil se normalice lo antes posible, para bienestar de la familia cacaotera a nivel mundial, ya que la experiencia negativa del pasado puede repetirse, no sólo con este tipo de controversia, pero también por el cambio climático. Ojalá que el conflicto en la Costa de Marfil,  no termine como la fiesta de los monos.

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