“La corona que nos une o nos mata”

“La corona que nos une o nos mata”

Pedro René Almonte Mejía

Todo comenzó muy lejos de nuestra isla compartida, sin embargo en el mundo globalizado de esta era que nos ha tocado vivir, además de nuestra dependencia del turismo y su efecto directo a nuestra economía, era de esperarse que el “virus” (Coronavirus Covid-19) llegara a nuestras costas.

Este “virus” es lo más parecido a la segunda guerra mundial que he visto , con la salvedad de que no se ha disparado una sola bala , un solo misil y una sola bomba ; mas las consecuencias son las mismas : Las personas huyen despavoridas para abastecerse de alimentos (esto es el que tiene la capacidad de compra) , mientras el que viene detrás ya no encuentra que comprar porque el que llegó primero se llevó lo que necesita y algo más ; lo mismo pasa en las farmacias , encontrar vitamina c , “manitas limpias” , guantes o mascarillas es como cruzar el Niágara en bicicleta , pero nadie se ha detenido a pensar que si esto sigue así , habrá escasez y ya aunque uno tenga capacidad de compra no tendrá qué comprar ; ojalá no lleguemos a ese punto , pues viviremos en carne propia lo que vive Venezuela .

De modo que, nadie estaba preparado para esto; Italia es un país del G8 y ha tenido que solicitar ayuda del equipo de China que pudo detener la propagación del “virus”, allá donde parece que todo comenzó. La República Dominicana es una isla compartida, que para nada puede compararse con países como España o Italia, que están siendo azotados por este mal que ha sorprendido a todos, inclusive la primera potencia mundial, Estados Unidos de Norteamérica está patas para arriba. A nosotros los dominicanos sólo nos cuesta seguir el protocolo de aislamiento y prevención pues si se llegan a contagiar un gran número de personas, el sistema sanitario no tiene la capacidad de atender a tanta gente al mismo tiempo. Por lo tanto, hay que seguir las instrucciones de aislamiento que promueven las autoridades. En mi caso es muy doloroso tener a mi madre en un estado de aislamiento, donde no la puedo abrazar, besar y tengo que estar lejos de ella; ver que las reuniones familiares se tengan que hacer por videollamada es muy triste, bastante triste… ojala no perdamos las ganas de sentir el calor de la gente, pues ahora mismo la gente no quiere tener al otro al lado, y hay de aquel que tose o estornuda, le dejan el claro como si de un leproso se tratara. Nota: Si no se toman medidas sobre el aforo en los supermercados, pronto serán los primeros focos de infección por el hacinamiento.

Finalmente, decir que esto se trata de un reto mundial, que nadie está exento, esto le da a jóvenes, viejos y viejevos, tampoco discrimina socialmente les da a ricos, clases medias, pobres y más pobres. Difícil es pedir orden y disciplina en un país de “chivos sin ley” y hasta los ricos en ocasiones son los más imprudentes e irresponsables (no hablemos de la boda aquella). En esta ocasión o seguimos las ordenes de las autoridades y somos civilizados y respetamos la autoridad o nos vamos a morir… ¡Unidos venceremos!
Nota: Si no se toman medidas sobre el aforo en los supermercados y los bancos, pronto serán los principales focos de infección por el hacinamiento.
“La solidaridad y la unidad nos harán vencer la adversidad”. La corona o nos une o nos mata….

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