La corrupción y las “reglas para la vida civilizada”

La corrupción y las “reglas para la vida civilizada”

Por definición, ser civilizados significa compartir un conjunto de ideas, creencias religiosas, ciencias, técnicas, artes y costumbres propias de un determinado grupo humano. Si nos ceñimos a este concepto podríamos, con los sofistas, arribar a conclusiones muy preocupantes.

Dado que la corrupción generalizada  y la impunidad son ideas, procedimientos, mecanismos y acciones imperantes entonces es civilizado quien comparte, participa, incentiva –por acción u omisión- y se solidariza con la descomposición moral.

En vista de que la pena de muerte ha sido decretada como válida, cuando la ejecutan los cuerpos policiales, que son los llamados a preservar la seguridad ciudadana y ella es legitimada incluso en los anuncios oficiales bajo el nombre “acción legal” y a juicio de muchos y muchas en el país son conductas toleradas, promovidas, aplaudidas y aceptadas socialmente, es civilizado el policía que mata y con ellos todos y todas los y las que tienen el deber de juzgar, sin juicio, a los “delincuentes”.

Por el hecho de que la mayoría de las empresas y entidades estatales – empleadoras de cientos de miles de ciudadanos y ciudadanas dominicanas, que tienen derecho al empleo y a una vida digna, aunque sea a costa de la ineficiencia y el parasitismo estatal -,  tengan en su nómina a la familia entera del incumbente, es civilizado el funcionario que no sólo lo hace, sino que además lo defiende.

Si la investigación, persecución y sanción de la corrupción ha estado supeditada a lo largo de la historia dominicana a los efectos político-partidarios de coyuntura y a que se trate de personas de tercera y cuarta categoría, en la escala social, económica y política elaborada por quienes lideran los espacios de poder público, es civilizado el ministerio público y el juez que continúe la historia de perversión en la mayoría de las instituciones públicas. Es civilizado o civilizada el o la funcionaria pública, incluida de Cámara de Cuentas –aquel o aquella que eufemísticamente debe verificar el manejo pulcro, transparente y eficiente de los recursos públicos- que esconde los datos, informaciones, documentos y contratos realizados en ocasión de las funciones públicas, bajo cualquier pretexto, por risible que éste sea, pues es una práctica casi generalizada la falta de transparencia y manejo turbio e irregular de los fondos del erario.

Habidas cuentas de que los comportamientos decorosos, honestos, íntegros y transparentes no son el común denominador en la República Dominicana, es civilizado quien no solamente sustrae, distrae, malversa, desfalca, saquea, tima, atraca, estafa y defrauda, sino que exhibe y defiende sus actuaciones fraudulentas y de pillaje.

Si la práctica cotidiana es la vendimia y compra de conciencias, el transfuguismo, la deslealtad, la trapacería, el populismo, la mentira, el engaño y la defraudación, no es civilizado quien sea leal y no sea desertor de principios, valores e ideales, ni quien sea veraz, probo, incorruptible, intachable, recto, justo e insobornable.

Por el hecho de que las conductas petulantes, arrogantes, depravadas, viciosas, inmorales, degeneradas, corrompidas e ineficientes son muchas veces protegidas, explicadas y defendidas, y ellas son fenómenos casi colectivos, no puede ser civilizado o civilizada quien sea humilde, pulcro, recto, escrupuloso, edificante, fiable, irreprochable, eficaz, promotor y defensor de principios.

Como “las reglas para la vida civilizada” están marcadas por la descomposición, la peste y el fermento de lo depravado, de lo envilecido y prostituido, es una barbarie moral estigmatizar, discriminar e identificar a quienes corrompen y se corrompen desde el Estado o desde cualquier posición.

Peor aún, investigar, perseguir y sancionar a quienes prohíjan, permiten, incentivan y practican actos de corrupción constituye un atentado a la civilización. ¡Qué bárbara es la Finjus¡ ¡Qué bárbara es Participación Ciudadana¡ ¡Qué bárbaros son los medios de comunicación y las instituciones que componen el foro ciudadano y quienes predican los que eran considerados antes valores fundamentales del ser dominicano y de la humanidad!

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