El presidente Luis Abinader ha enfocado su gestión en la reactivación de la economía

Al inicio del segundo semestre de 2020 República Dominicana ya sumaba 86,737 contagios de covid-19 y 1,481 fallecidos, cinco meses después de la aparición de la enfermedad que se expandió a todo el mundo desde Wuhan, en China, a fines de 2019.

La meta de reducir los contagios en el país se convirtió en algo inalcanzable, ya que meses antes se realizaron masivas actividades políticas a propósito de las elecciones congresuales y presidenciales del 5 de julio, y que amplios segmentos de la sociedad se resistían a mantener distanciamiento.

Agosto de ese año llegó con una curva ascendente de contagios, con una gradual reapertura económica, el descalabro de los ingresos fiscales, y con un nuevo gobierno encabezado por Luis Abinader, del Partido Revolucionario Moderno (PRM), que prácticamente recibía un caramelo envenenado al asumir por primera vez la Presidencia de la República en un contexto de grandes desafíos económicos y sanitarios.

Uno de los principales retos del nuevo Gobierno fue el diseño de un plan no presencial para el sistema educativo preuniversitario, pues era imposible el retorno a clases en las aulas, mientras se registraba un alto nivel de positividad de la enfermedad.

Aunque el último semestre del año escolar 2019-2020 también se llevó a cabo fuera de las escuelas, con clases a través de sencillas plataformas digitales, el año escolar vigente significó el montaje de una mega estructura para que tengan acceso a la educación los 2.5 millones de estudiantes del sistema público, que corresponden a los segmentos económicos más bajos.

Esa plataforma, a través de radio, televisión, internet y cuadernillos impresos, la compra de computadoras para estudiantes y profesores, y la preparación pedagógica de los docentes, envuelve una inversión ascendente a RD$62,0000 millones.

Los colegios privados no estaban exentos de la docencia fuera de las escuelas, para lo cual utilizan plataformas de comunicación digitales, y libros de texto. Precisamente, una parte importante de esos centros de enseñanza exigen al Ministerio de Educación que se reabran las escuelas; pero hasta el momento las autoridades solo han planteado la posibilidad de abrir gradualmente en lugares donde la incidencia de la covid-19 es baja.

Cambio de Gobierno, cambio de gestión. Ante el incremento de los casos, y la posibilidad de que la situación se saliera de control, el presidente Abinader dispuso medidas inmediatas como aumentar el presupuesto de salud hasta 66,000 millones de pesos en los primeros cuatro meses de su mandato, y la ejecución de un plan nacional de detección, rastreo, aislamiento y tratamientos efectivos para los contagiados.

Ese plan incluía el abastecimiento de pruebas PCR, las más efectivas para detectar la enfermedad, la habilitación de 17 laboratorios, entre públicos y privados, para aumentar la aplicación de las pruebas hasta llegar a un promedio de 7,000 diarias, y la contratación de 1,000 médicos para integrarse a la atención de pacientes afectados.
También el aumento de la disponibilidad de camas, y las gestiones para la compra de vacunas, desde que estuvieran disponibles en el mercado.

Reactivar la economía, la otra prioridad. En medio del estado de emergencia que debió mantener el nuevo Gobierno, en octubre se dispuso la reapertura de las actividades turísticas, para que ese pulmón de la economía empezara a generar recursos.

Por eso, el 26 de agosto el presidente Abinader anunció una serie de medidas para impulsar el sector, antes de su arranque definitivo. Entre estas, la inyección de RD$420 millones en promoción y acuerdos con aerolíneas para asegurar rutas, apoyo económico, flexibilización fiscal, medidas monetarias, un fondo de garantías, apoyo crediticio para la pequeña y mediana empresa, y un seguro de salud a cargo del Estado para turistas que resultaren afectados de covid-19.

En octubre se reiniciaron las actividades turísticas, y la reapertura paulatina de las distintas cadenas hoteleras.

Aunque el flujo de turistas disminuyó desde los principales países emisores, de octubre a diciembre la ocupación hotelera la encabezaron turistas dominicanos que, en fines de semana feriados, los ocuparon en más de un 60%..

Más endeudamiento para planes sociales. El impacto de la covid-19 en la economía llevó al Gobierno del saliente presidente Danilo Medina a crear planes sociales para ayudar los empleados cancelados o suspendidos de las empresas donde laboraban.

En agosto el nuevo tuvo que continuarlos, por lo menos hasta diciembre; pero mantener esas ayudas tuvo que contratar préstamos por US$3,800 millones en los mercados internacionales. De manera que la primera deuda externa contratada por el Gobierno es un daño colateral de la pandemia.

Según los informes gubernamentales, para los programas de asistencia Quédate en Casa, FASE 1y II, y Pa Ti se destinaron alrededor de 125,447.1 millones de pesos.
Y en adición, se creó un fondo de 2,300 millones de pesos, denominado “Navidad para los Trabajadores”, en beneficio de los empleados suspendidos de sus puestos de trabajo e inscritos en FASE 1.

En enero pasado el Gobierno anunció que, ante la activación económica, solo mantendrá FASE 1 y Quédate en Casa.

LAS CLAVES

1. Aumentan casos
   Entre enero y febrero de 2021 se disparó nuevamente la curva de contagios y muertes; de hecho, febrero cerró con 239,998 casos registrados y 3,106 defunciones.
2. Tardan las vacunas
   Desde finales de 2020 el Gobierno contrató vacunas con las farmaceúticas Pfizer y Astra-Zenaca. La fuerte demanda global retrasó la entrega, pero los contactos con India y China permitieron adquirir 818,000 vacunas que se aplican.