La coyuntura económica

La coyuntura económica

Según cálculos del Gobierno, el país cerraría el presente año con un déficit fiscal de un 2%, aproximadamente. Aún cuando los precios del petróleo han comenzando a descender y se aligera la presión sobre nuestra economía, nada indica que al término del año podamos compensar lo que hemos pagado extra por concepto de factura petrolera, y por lo tanto, las bajas petroleras tendrán poca o ninguna influencia contra el déficit fiscal.

Se ha diseñado un plan de contingencia que pretende contrarrestar los efectos de las alzas del petróleo y los alimentos, pero la fórmula se cuece a fuego lento y será muy poco su efecto fiscal de aquí a que termine el año.

Los razonamientos anteriores nos obligan a mirar al 2009 con especial cuidado, sobre todo en términos de desempeño económico. Hay quienes prevén una devaluación de la moneda para poder compensar el déficit de un 2% previsto por el Gobierno, pero hay razones para preguntar: ¿será ese déficit de un 2%, o acaso será mayor? El desafío parece ser lograr articular políticas macro-económicas para evitar que una eventual devaluación se salga de los márgenes manejables para la economía y pueda empeorar las condiciones de vida de los dominicanos.

Cuando son  factores externos los que dominan el comportamiento de una economía, la planificación se hace difícil y susceptible de subestimar variables. Debemos prepararnos.

Vulnerables y desprotegidos
El hecho de que naves aéreas puedan incursionar en nuestro espacio aéreo, arrojar cargamentos de drogas y retornar al origen sin mayores dificultades, nos indica cuan  vulnerables somos y lo desprotegidos que estamos. Nuestra capacidad de interdicción aérea no es buena y empeora por la falta de radares suficientes. Aunque no tan mal parados, pero también en vigilancia marítima tenemos debilidades.

Las debilidades de vigilancia y, por supuesto, las complicidades en tierra, explican por qué ha crecido tanto en nuestro país el mercado de las drogas. En las últimas horas hemos escuchado cómo proceden algunas autoridades en cuanto a los denominados puntos de drogas y queda más que clara la causa de su multiplicación. De todo esto sacamos la conclusión de que si no hay una verdadera sacudida de las fuerzas sanas de esta sociedad, en muy poco tiempo habrá poco que defender. Somos muy vulnerables y eso no puede continuar.

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