La creación de  nuevos empleos a nivel mundial

La creación de  nuevos empleos a nivel mundial

El desempleo mundial ha subido hasta niveles sin precedentes. Más que nunca antes es necesario colocar el empleo en el centro de las políticas económicas y sociales. Se espera que la crisis económica mundial produzca un aumento espectacular del número de personas que engrosen las filas de desempleados, trabajadores pobres y trabajadores con empleos vulnerables, afirma la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su informe de Tendencias Mundiales del Empleo.

Incluso entre aquellos que trabajan, la persistencia de la pobreza plantea la necesidad de contar con empleos que sean productivos y dignos. La lentitud con la cual se genera trabajo decente en el mundo hace necesaria una mayor coordinación de las políticas macroeconómicas, así como políticas activas del mercado de trabajo al nivel de cada país.

Sobre la base de los nuevos avances en el mercado de trabajo y en función de la puntualidad y la eficacia de los esfuerzos de recuperación, el informe señala que el desempleo en el mundo podría aumentar considerablemente en 2010 en una cifra que oscila entre 18 y 30 millones de trabajadores con respecto a otros años, y hasta más de 50 millones si la situación sigue deteriorándose. El informe de la OIT sostiene, asimismo, que de producirse este último escenario cerca de 200 millones de trabajadores, en especial en las economías en desarrollo, podrían pasar a integrar las filas de la pobreza extrema. El director general de la OIT sostiene que “el mensaje de la OIT es realista, no alarmista. Nos enfrentamos a una crisis del empleo de alcance mundial. Muchos gobiernos son conscientes de la situación y están tomando medidas, pero es necesario emprender acciones más enérgicas y coordinadas para evitar una recesión social mundial”.

Las conclusiones.  El número de desempleados en el mundo alcanzó cerca de 212 millones en 2009 tras experimentar un incremento de 34 millones comparado con 2007, en vísperas de la crisis global, dice la OIT en su informe anual Tendencias Mundiales del Empleo. Tomando como base las predicciones económicas del Fondo Monetario Internacional (FMI), la OIT estima que el desempleo se mantendrá en un nivel alto a lo largo de 2010. En los países desarrollados y la Unión Europea (UE), se espera que otras 3 millones de personas se queden sin trabajo este año. En otras regiones, se espera que el nivel actual se estabilice o disminuya levemente.

El informe también señala que el número de jóvenes desempleados en el mundo aumentó en 10.2 millones en 2009, el mayor aumento registrado desde 1991. Al mismo tiempo, muestra grandes variaciones a nivel regional y por país tanto en términos del impacto de la crisis como de la recuperación del mercado laboral. Señala que las medidas de estímulo coordinadas han logrado evitar una catástrofe social y económica mucho mayor. Sin embargo, millones de personas alrededor del mundo aún no tienen trabajo, beneficios de desempleo o acceso a cualquier otro tipo de protección social. Queda claro que la prioridad hoy es evitar que haya recuperación sin trabajo.

De acuerdo con la OIT, se estima que el porcentaje de trabajadores con empleos vulnerables (se define al empleo vulnerable como la suma de trabajadores por cuenta propia y trabajadores familiares) a nivel internacional supera los 1,500 millones de personas, lo que equivale a más de la mitad (50.6%) fuerza laboral global. Se estima que el número de personas con empleos vulnerables aumentó en más de 110 millones en 2009, comparado con el año anterior. El informe de la OIT señala, además, que 633 millones de trabajadores y sus familias vivían con menos de 1.25 dólares estadounidenses por día en 2008, y otros 215 millones de trabajadores estaban en riesgo de caer en la pobreza en 2009. El informe advierte la necesidad de establecer de manera urgente una amplia cobertura de esquemas de protección social básicos, para proteger a los pobres de los efectos devastadores causados por las fuertes fluctuaciones de la actividad económica.

La OIT dice que la tasa de desempleo mundial subió a 6.6% en 2009, un aumento de 0.9 puntos porcentuales comparado con 2007. Indica que las tres regiones asiáticas (Asia Meridional, Asia Sudoriental y el Pacífico y Asia Oriental) representaron el 57% de la creación de empleo en el mundo en 2008. Por otro lado, en la región de las economías desarrolladas y la UE, la creación de empleo neto fue negativa, menos 900,000 puestos, lo que explica en parte la baja tasa de creación de empleo a escala mundial. El número de desempleados en la región aumentó en 3.5 millones en un año y alcanzó los 32.3 millones de personas en 2008. Así, el crecimiento de la productividad laboral (medida en términos de rendimiento por trabajador) indica que los niveles de productividad disminuyeron en casi todas las regiones, con excepción de Asia y parte de África.

Para hacer frente a estos temas, los demandantes de la OIT, que representan a la “economía real”, han lanzado un “Pacto Mundial para el Empleo”. El Pacto contiene una cartera integrada de políticas viables y de probada eficacia que buscan promover una sólida respuesta al desafío del empleo enfocándose en la creación acelerada de empleo, sistemas de protección social sostenibles, respeto a las normas internacionales del trabajo y fortalecimiento del diálogo social.

Perspectivas.  Se prevé que la tasa de desempleo en las economías desarrolladas y en la UE permanezca alta y alcance 8.9% en 2010. Asimismo, y según el informe sobre el “Panorama Laboral de 2009”, en América Latina y el Caribe, se estima que la tasa de desempleo termine cerca de un 8% en 2010, representando 4 millones más de desempleados. Las proyecciones actuales indican además que el porcentaje de trabajadores en extrema pobreza se encontraba entre 7 y 9.9% en 2009, pueda experimentar un incremento de hasta 3.3 puntos porcentuales desde 2008.

El presidente de Estados Unidos, Barak Obama, dice que está abierto a nuevas ideas sobre cómo abordar la crisis de empleos. Sin embargo, parece que ya ha tomado una decisión. En la Cumbre del Empleo que se realizó en la Casa Blanca en el mes de diciembre de 2009, el presidente dejó muy claro que su administración ha hecho todo lo que se puede hacer. Ahora le toca al sector privado dirigir la economía a la meta final de la recuperación. No obstante, las últimas cifras de desempleo son un contundente recordatorio de que el presidente y el Congreso aún tienen muchos asuntos pendientes. El desempleo ronda  el 10% a nivel nacional, pero ha llegado hasta el 12.7% para los latinos y el 15.6% para los negros. De hecho, durante más de 9 meses, el desempleo de dos dígitos ha sido la realidad para los latinos y los negros. Además, muchas comunidades de minorías no se han beneficiado equitativamente de la ayuda del Gobierno.

El mundo deberá permanecer abierto a un abanico de ideas sobre cómo hacer para que la gente vuelva a tener un empleo de nuevo. Así, se piensa que algunas ideas a tener en cuenta para comenzar a tener un plan coherente y sostenible que pueda crear oportunidades de empleo debería, al menos, considerar cuatro puntos fundamentales: (1) crear empleos en los barrios más afectados de manera rápida y eficaz, a través de la ayuda las organizaciones no lucrativas locales, contratando a estas personas e identificando las necesidades de la comunidad; (2) estabilizar las comunidades a través de la contratación de trabajadores desempleados locales para reparar las casas abandonadas y en ejecución hipotecaria; (3) preparar a los trabajadores para los empleos del futuro, ofreciendo alfabetización básica, la enseñanza del idioma inglés, y la capacitación específica del empleo, y (4) mejorar los productos de préstamo para las organizaciones no lucrativas y las comunitarias para que puedan proveer servicios esenciales.

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Las medidas

Según la OIT la “agenda de trabajo decente” es un marco político adecuado para hacer frente a la crisis. Enumera cuatro medidas básicas que los gobiernos pueden considerar en  sus políticas: (1) mayor cobertura de las prestaciones por desempleo, en los regímenes de seguro, y protección de las pensiones frente a la caída catastrófica de los mercados financieros; (2) inversión pública en infraestructuras y vivienda, infraestructuras comunitarias y empleos verdes; (3) apoyo a las pequeñas y medianas empresas, y (4) diálogo social a escala nacional, sectorial y empresarial. Si un gran número de países (usando sus reservas internacionales acumuladas o préstamos de emergencia del FMI) aplicaran políticas coordinadas conformes con la Agenda de Trabajo Decente, los efectos de la recesión en las empresas, los trabajadores y sus familias podrían amortiguarse.

La cifra

10.2%  es la tasa  de desempleo actualmente en los Estados Unidos, la más alta en los últimos quince años. El presidente  Barack Obama anunció planes para la protección o creación de 2.5 millones de puestos de trabajo en dos años.

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