La creatividad genial

La creatividad genial

A través de los siglos han existido los genios, hombres y mujeres con una capacidad en diversos aspectos del pensamiento y la creatividad muy superiores al promedio de los demás. A la cultura pertenece todo lo creado por una deliberada actividad física y mental del hombre. Análoga a la dinámica propia de los animales y las plantas en cuanto fuerza impulsora de la evolución biológica, la actividad cultural tampoco se basa en un plan detallado ni persigue ningún fin concreto. En la actividad cultural, lo mismo que en la biológica, confluyen programas de conducta innatos y adquiridos. Es en este aspecto que los genios en todas las áreas del saber y del arte han hecho sus grandes aportes para mejorar la calidad de vida de toda la humanidad.
Son ellos los genios, los que han hecho los grandes cambios en todas las manifestaciones de la cultura. El termino ¨genio¨ es de muy difícil definición. Esta palabra se remonta a la antigua Roma acompañado en ese entonces de ribetes mitológicos, entonces se creía que cada ser humano nacía con una sola genialidad y con un ángel guardián. ¿Qué tenían en sus cerebros Newton, Einstein, Shakespeare, Tolstoi, Mozart, Michelangelo, etc.?, se plantea que la genialidad debe nacer con el individuo, pues ella nunca se podrá enseñar.
Los orígenes de la creatividad surgen de la disociación que existe entre el mundo real y el mundo que ¨representamos¨ mentalmente desde el momento que recibimos la percepción visual, auditiva, táctil, etc., nos provee de imágenes muy distintas de las puramente ¨fotográficas, no existe experiencia que se represente de forma directa, vale decir, que no sea interpretada y tamizada por hipótesis que responden a una teoría, a una concepción del mundo, llámese nuestra propia experiencia. El modo clásico en que muchos psicólogos han avaluado la creatividad es con la separación de las funciones cerebrales según el rol desempeñado por los dos hemisferios cerebrales. Por un lado, estamos dotados de actividades lógico-simbólicas que dependen en gran parte del lenguaje y, por lo tanto, del hemisferio izquierdo, la mitad del cerebro donde se localizan importantes estructuras lingüísticas. Por otro lado, el hemisferio derecho es responsable mayormente de una serie de estrategias ¨holísticas¨, globales, por medio de las cuales se toman en conjunto experiencias disímiles, en especial aquellas de tipo emocional o las artístico-musicales.
Algunos opinan que el cerebro actúa de manera particular con la creatividad, por ejemplo la pintura; en esta no existe arte puramente abstracto, porque para el cerebro poder expresarse tiene que generar movimiento. Eso es todo lo que tenemos: capacidad para generar movimiento. Todas las artes contienen movimiento, es decir que para ¨crear¨ obligatoriamente tenemos que usar ambos hemisferios. Al producir lo que hacen los genios más que nosotros los humanos comunes, es trasformar estados complejos cerebrales en movimiento. Al mencionar genialidad en la pintura cerré los ojos y volví a la capilla Sixtina, la capilla del palacio en la Ciudad del Vaticano. ¨Volví¨ a ver el techo de la capilla, todas las hermosas obras del inmenso artista Miguel Ángel, (MichelangeloBuonarroti), el ¨Divino¨. Torné mi fértil imaginación para otra vez disfrutar de las pinturas de ese genio italiano, quien es considerado uno de los más grandes pintores de la historia de la humanidad. En la romántica y hermosa Roma, esa excelsa experiencia nuestra de admirarnos frente a techos y paredes hermosísimas definitivamente está entre esas vivencias que uno nunca olvida. La genialidad creativa de los humanos se ha orientado en una doble vertiente, como una eminencia adquirida, acompañada de una inteligencia excepcional, donde lo genético y lo aprendido, se combinan de forma magistral para producir esos personajes excepcionales. El tema es muy amplio, ante nuestros amables lectores prometemos continuarlo.

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