La cretinización de una nación

La cretinización de una nación

 Ha sido el anhelo de muchos dirigentes, en todo el mundo y en todas las épocas,  que aparecen los iluminados de que traen una misión para guiar a sus conciudadanos, ofreciéndole la fórmula de que ellos tienen la dosis correcta de conducta humana, apartándolos de sus creencias, relaciones familiares y de sus hábitos de conducta.

 Un brillante intelectual, en 1945, captó la realidad que comenzaba a vivir el mundo cuando los totalitarismos emergieron con fuerza al triunfo de los aliados en la II Guerra Mundial sobre otros sistemas funestos,   que habían exterminado  una enorme población de judíos y gitanos del centro de Europa, especialmente en Alemania.

 George Orwell escribió su obra 1984 visualizando lo que el futuro le guardaba a la humanidad, que con matices mucho más amplios, dan cuenta de que el Gran Hermano es un imberbe con los controles de la conducta que se van imponiendo en el mundo, como  ha quedado expuesto con el control de las comunicaciones que patrocina Estados Unidos a nivel mundial.

 Pero esos controles a nivel macro caen dentro de una jerarquía, que imponen los líderes de las naciones, que dependiendo de su inteligencia y propósitos,  pueden amoldar la conciencia de una sociedad a sus intereses donde el objetivo primario es proporcionarles los medios más diversos para el disfrute de la vida, relegando a un segundo plano aquellos valores que uno creía inconmovibles como la honestidad, el valor,  la responsabilidad  y el servicio a sus semejantes.

 La tendencia de los dirigentes, que en las últimas décadas  han dirigido el destino de las naciones, es de exhibir un mediocre liderazgo, que no se asemeja al de aquellos grandes prohombres europeos, que enfrentaron los rigores de una severa guerra y sostuvieron a sus naciones con la esperanza de un mundo en paz y armonía, pese a las confrontaciones de las ideologías.

 Todo ese cambio, y antes del cambio de siglo, con el derrumbe del muro de Berlín en 1989, se le dio rienda suelta al neoliberalismo con un capitalismo salvaje que presentaba todas las comodidades y lujos que proporcionaba el dinero para que las sociedades cambiaran sus metas.  Ese ambiente fue el adecuado para los políticos astutos y olfateadores de la conducta social de las masas, disponiéndose a  inyectar en las mentes sus teorías y propósitos del disfrute hedónico del dinero. El auge de las drogas  y sus ganancias  se multiplicaron para  convertirse  en el instrumento más eficaz de acallar  y borrar virtudes, convirtiendo  a los pueblos  en unos desesperados buscando disfrutar de una vida sin responsabilidades.

 Los países del continente no han estado exentos de esa nueva manipulación de hábiles políticos, que jugando con el conocimiento de la razón y ser de la conducta humana, han ido poco a poco, guiando hacia sus fines de control y conformidad de la conducta, hacia sociedades que olviden sus inquietudes del pasado.

Ahora se adaptan  a lo que le ofrece la nueva sociedad,  desde los revolucionarios sistemas de   comunicación hasta ofrecerles las comodidades que los conviertan en individuos, buscando por todos los medios, esos recursos para complacer lo que ellos  observan en una propaganda asfixiante  de lo que es la buena vida. Todas las inquietudes sociales, que en el pasado eran  las distinciones de las sociedades, se olvidaron, quedan los sueños de esperanzas de una mejor sociedad, ahora sumergidos  en los  pantanos de una orientación política que busca envilecer  al ser humano, tornándolo corrupto  y detentador    de posiciones y bienes, que eran para responder  a las necesidades de la sociedad como su patrimonio.

Hay políticos hábiles, que han sabido sembrar las simientes de una conformidad social para el mal,  ya que se está creando un nuevo individuo apegado a satisfacer  sus necesidades, ahogando sus inquietudes hacia sus semejantes,  y de forma egoísta,  para tener un espacio que se alimenta de las posiciones que disfrutarían desde una ubicación  en una maquinaria estatal, viéndolo cada día con el enriquecimiento de los más variados representantes del amalgama humano del poder.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas