Hoy 
POR LEONORA RAMÍREZ S.
La criminalidad no se puede combatir reprimiendo a mansalva, porque, aunque ese mecanismo se utilizó en el pasado, no dio resultados positivos, expresó Raúl Martínez, fiscal de Santiago. El funcionario, que participó en el almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, planteó que cuando el presidente Leonel Fernández expresó que la delincuencia hay que enfrentarla con mano dura, lo hizo en el contexto del respeto al estado de derecho.
«Una política de combate a la criminalidad, rigurosa y vigorosa, no puede partir de la premisa de que se van a cometer nuevos delitos, buscando una supuesta represión a mansalva», refirió.
Aunque Martínez expresó que se hace necesario definir una política de Estado sobre seguridad ciudadana, ponderó las iniciativas que en tal sentido ejecuta la Procuraduría General de la República.
En ese sentido, precisó que se ha priorizado la elaboración de una nueva política criminal desde el Estado, con incidencia en la reforma penitenciaria, de la creación de un instituto de ciencias forenses y de un sistema nacional de información sobre la delincuencia.
«Estamos sentando las bases de una estrategia integral para combatir la criminalidad», refirió.
Durante el encuentro, se discutieron las causas del incremento de la delincuencia en Santiago, la segunda ciudad de importancia del país donde en los últimos dos años se han hecho comunes los asesinatos por ajustes de cuentas, principalmente entre bandas de narcotraficantes.
En ese sentido, Martínez consideró que el tema de la seguridad pública es preocupante para todo el país, porque el fenómeno de la violencia no se circunscribe únicamente a esa provincia.
«Tenemos la percepción que ha faltado la puesta en marcha de una verdadera política de combate al delito, que articule a todos los actores institucionales y a la propia ciudadanía».
SIN RECURSOS
El fiscal de Santiago abordó los distintos aspectos que inciden en la delincuencia que se registra en Santiago, entre estos el crimen organizado. Contrapuso a ese fenómeno a la falta de recursos de parte de la Policía.
«Santiago tiene alrededor de 900,000 habitantes y apenas cuenta con 783 policías. Hay 300 barrios y 14 vehículos para patrullar en toda la provincia».
«A veces somos ligeros al abordar el tema de la Policía, sin tener en cuenta que esta ha sido la Cenicienta en lo que tiene que ver con la provisión de recursos. El tema de la seguridad lo hemos postergado para privilegiar otros como la transparencia electoral, la reforma judicial, el fortalecimiento de la democracia, pero de pronto la delincuencia nos está dando en la cara».
En ese sentido destacó que el Estado debe darle más recursos a la Policía para realizar un trabajo efectivo, «pero si vemos la aplicación del Código Procesal Penal, que privilegia la producción de las pruebas, uno se pregunta qué capacidad tenemos para recolectar evidencias y presentarlas sanamente en un juicio».
Martínez manifestó además que si bien ha aumentado la percepción de la gente sobre la inseguridad, posiblemente las estadísticas no arrojen un incremento notorio de la actividad delictiva en proporción con el incremento poblacional.
Por eso planteó la importancia de tener información sobre las modalidades delictivas, las herramientas que se utilizan, el perfil de la víctima y el infractor
«Por eso, el primer proyecto del Voluntariado por la Seguridad de Santiago tiene como meta levantar datos de esa naturaleza, con un sistema provincial de información sobre la delincuencia».
