Nairobi.- La crisis alimentaria que afecta a 857.000 personas en Somalia empeorará en los próximos meses, debido a la escasez de lluvias, la reducción de la ayuda humanitaria y la subida de los precios, alertaron hoy expertos vinculados a la ONU.
En muchos puntos se registraron precipitaciones inferiores al 50 por ciento de los valores normales en la estación de lluvias, de abril a junio.
Conforme avanza la estación seca (de julio a septiembre), una grave escasez de agua afectará al sector productor, que genera el 65 por ciento de los ingresos del país procedentes de exportaciones, avisó el organismo, que dirigen la FAO y la organización estadounidense Red de Sistemas de Alerta Temprana de Hambruna (FEWS Net).
En las zonas urbanas, el precio de los cereales ha aumentado entre un 40 y un 60 por ciento desde el pasado marzo.
Entre agosto y diciembre de este año, se espera que la situación alimentaria será de «emergencia» entre los asentamientos de desplazados internos en Mogadiscio.
«Las tasas de malnutrición aguda y mortalidad han sobrepasado los límites de la emergencia alimentaria», avisó el FSNAU.
Otras áreas en situación de crisis alimentaria, azotadas también por el conflicto, son las poblaciones agrícolas de Bakool, Gedo, Yuba Medio, Hiran y la Baja y Media Shabelle, además de otras áreas de la costa norte y central.
Los expertos llaman a una «acción inmediata» para abordar estas necesidades humanitarias.
El embargo impuesto por los insurgentes en zonas controladas por el Gobierno federal somalí (Hudur, Wajid, Bulo-Burti, Qoryoley, Elder y Elbuur) han provocado un aumento de los precios de bienes de primera necesidad.
Somalia se encuentra todavía inmersa en un prolongado y complejo conflicto armado que enfrenta a tropas de varios países africanos y el Ejército somalí a Al Shabab, que quiere instaurar un Estado musulmán de corte wahabí en el país.