La crisis asoma la cabeza

La crisis asoma la cabeza

FIDELIO DESPRADEL
Acaban de terminar las elecciones. Las múltiples responsabilidades con la candidatura de Guillermo Moreno y María Teresa Cabrera me impusieron un alto de dos o tres meses en la columna que escribo para Hoy desde 1982. He observado con atención, una vez terminado el proceso electoral, las actitudes y propuestas de comunicadores afines al gobierno, altos representantes de la cúpula eclesial, de los más importantes grupos corporativos y del propio presidente.

Pasadas las votaciones hacen un llamado a la concertación ante la situación del país. Llueven los consejos y las propuestas. Las mismas se centran en frenar el gasto excesivo del gobierno, voltear la cara al campo, y principalmente, hacer todo lo necesario para mantener el llamado “equilibrio macro-económico”.

Es claro que estamos en la antesala de una crisis, pero no se trata de un fenómeno externo al gobernante ni a su política económica y modelo. Si así fuera, podría hablarse de concertación. Pero ese no es el caso.

La crisis en que estamos inmersos es la crisis de la política económica y del modelo impuesto y de una muy dañina forma de “hacer la política” que practican en común las cúpulas políticas, económicas y sociales, con el ejemplo aventajado del doctor Leonel Fernández.

Claro que hay que enfrentar la crisis, pero esa crisis tiene raíces y responsables; tiene beneficiarios y tiene víctimas. Y para enfrentarla hay que profundizar en el conocimiento de esas raíces, y rechazar en forma enérgica que el gobernante recién reelegido, sus socios en el gobierno, y las cúpulas económicas y políticas, nueva vez, pretendan enfrentar dicha crisis cargando sobre los hombros del pueblo llano, de la clase media y de los productores nacionales, el peso principal, sacando pesos de circulación, incrementando los impuestos, eliminando subsidios, posponiendo como siempre lo hacen el alza salarial de médicos, maestros y otros, regateando el apoyo estatal al aparato productivo nacional, y reconstituyendo un modelo que solo ha sembrado dolarización social, estancamiento del aparato productivo y profundización de la inmensa deuda social acumulada.

El ya viejo gobierno del doctor Fernández, en su afán reeleccionista, se llevó por delante el llamado “equilibrio macro-económico”, que irresponsablemente había convertido, junto con una política económica orientada al consumo individual sin la correspondiente contraparte productiva, en la política económica del gobierno peledeísta. Al ritmo de esa irracional orientación, el presidente y su equipo dilapidaron los dineros de los contribuyentes y danzaron en la abundancia los más encumbrados sectores económicos del país, principalmente su sector financiero.

Vivimos, entonces, años de “prosperidad”, prosperidad que no resolvió ninguno de los grandes problemas del país y que profundizo la desigualdad y la deuda social. Y ahora esa mal llamada “prosperidad” está llegando a su fin. Para volver a “equilibrar” las finanzas públicas el gobierno necesita nuevos recursos frescos, tanto en pesos como en moneda fuerte, y los piensa conseguir reduciendo los subsidios, cobrando nuevos impuestos y con algún tipo de acuerdo flexible con el FMI que le proporcione recursos en moneda fuerte. Pero resulta que es el modelo el que está agotándose y lo que se requiere es empezar a apuntar hacia un cambio de modelo, orientando a la ciudadanía y acumulando fuerzas para generar los cambios necesarios y urgentes.

Vistas las cosas así, lo que nos corresponde a quienes impulsamos y trabajamos por la candidatura de Guillermo Moreno y María Teresa Cabrera, es, en primer lugar, identificar y contactar los casi 20,000 votantes, y al entorno de decenas de miles de ciudadanos y ciudadanas, que moralmente se identificaron con esta política y candidatura, acompañándolos en este nuevo proceso que recién comienza, orientándolos sobre las raíces de la crisis que se abate sobre el país, y en medio de ello, prestarle nuestros hombros en todas sus luchas y demandas.

Guillermo Moreno, María Teresa Cabrera y los hombres y mujeres que los acompañamos, hicimos propuestas concretas sobre todos estos problemas. Nos corresponde ahora discutirlas al calor de las nuevas situaciones e ir elaborando todo tipo de alianzas con los distintos sectores sociales afectados, avanzando, como lo ha propuesto el doctor Guillermo Moreno, hacia una alianza país, que sirva para aglutinar una nueva mayoría nacional.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas