El terror que se vive en Haití, por los secuestros y asesinatos a manos de las bandas que dominan territorios en Puerto Príncipe y otras ciudades, es insostenible y refleja el estado de indefensión de un país que va en picada, por cuya causa sus ciudadanos buscan otros destinos donde la vida tenga más valor.
Leslie Voltaire, arquitecto, político, catedrático universitario y representante de la sociedad civil haitiana, hace el señalamiento al advertir que la inestabilidad política de su país tiende a agravarse, que en lo inmediato no se avizoran soluciones, y lamenta que de ese caos se benefician sectores políticos y económicos que cohabitan con las bandas delictivas.
El balance de ese terror fue presentado la semana pasada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU): solo del 8 al 7 de julio la violencia de las gangas provocó 471 muertos, heridos o desaparecidos, en el barrio Cité Soleil.
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Además, se estiman en más de 600 los secuestros en el primer semestre de este año, sin contar las violaciones sexuales, que son otra expresión de violencia de los grupos armados que, además, luchan entre sí por el control de territorios.
Esas bandas, vinculadas también con el tráfico de armas y de drogas, imponen sus reglas a los empresarios, a quienes cobran peajes para trasladar sus mercancías desde el puerto hasta sus locales comerciales, expresó Voltaire.
Asimismo resaltó que desde las esferas gubernamentales se establecen conexiones con esos grupos, para que impidan que los ciudadanos protesten en las calles por la crisis sociopolítica y económica.
“Esos grupos controlan territorios y hay que pagarles para poder hacer negocios, a los que controlan cerca del puerto hay que pagarles. Y cuando ya tienen esa preponderancia empieza el narcotráfico, el tráfico de armas, controlan el territorio pero también todos los tráficos ilícitos”.
“De manera que una empresa que quiere sacar su combustible o contenedores tiene que entenderse con las gangas. Y los hombres de negocios se han acomodado o resignado porque tienen contratos fuera, tienen que cumplir, se acomodan.
“El Estado hace lo mismo también, porque algunos miembros del gobierno les pagan a las pandillas para que no dejen hacer manifestaciones en contra del Gobierno”.
Amenazan símbolos estado
Las gangas no solamente secuestran y asesinan, también agreden los símbolos del Estado haitiano: en junio y julio incendiaron oficinas de la Fiscalía de Puerto Príncipe, donde destruyeron archivos y documentos importantes.
Esos hechos provocaron la semana pasada la reacción de la Asociación Nacional de Magistrados Haitianos, la Asociación Profesional de Magistrados, cuyos pronunciamientos recoge el diario Le Nouvelliste.
Esos grupos ven “con la mayor consternación el desastre haitiano, el de la justicia en particular frente a las hordas asesinas de personalidades sanguinarias; unos matan, saquean, rescatan y violentan, otros abastecen, reabastecen la masacre, liberan a los sanguinarios en el silencio cómplice del gobierno”.
“El incendio de la Fiscalía cerca del Tribunal de Primera Instancia de Croix-des-Bouquets es una consecuencia previsible de este desastre”.
“Quienes gobiernan y ostentan el monopolio exclusivo de la violencia legal no podrán otorgarse, en el futuro, satisfacción alguna de contribuir con la erradicación del crimen organizado en Haití, por haber asistido pasivamente y durante tanto tiempo, en la más fría calma, a la masacre de tanta gente inocente, aunque algunos se resignen a lavar sus cuadras”, expresaron.