La crisis del 2003 como tema de campaña

La crisis del 2003 como tema de campaña

La crisis económica y financiera más grave en la historia reciente del país, acontecida en la administración del actual candidato  Hipólito Mejía, necesariamente va a ser tema de campaña por la magnitud del desastre y el grado de responsabilidad de ese gobierno que con sus políticas elevó el impacto de las quiebras bancarias fraudulentas.

Lo primero es que antes del colapso de Baninter había signos de que se estaba entrando al terreno de la inestabilidad y así mientras en el periodo 1996-2000 la tasa de cambio aumentó en promedio 4.6% anual, sin embargo entre octubre del 2000 y octubre del 2002  se incrementó a un ritmo de 10.5% anual y para octubre del 2002 superaba el 20×1, cuando la administración del PLD la había dejado al 16.54×1.

También la confianza de los agentes económicos se había perdido mucho antes  y se manifestaba en la fuga de capitales, que cuantificada al través de la cuenta de “errores y omisiones” de la Balanza de Pagos, registró en el primer semestre del 2002 la cifra récord negativa de US$651.1 millones y cerró ese año con otro récord, US$966.8 millones,y ese déficit de la balanza global debió ser financiado con pérdidas de reservas del BC por un monto de US$525.5 millones, equivalentes al 60% de sus reservas netas.

Las autoridades de entonces cometieron una serie de errores; primero inyectaron facilidades a las entidades (RD$22,452 millones a Baninter, al Bancrédito RD$12,921 millones y al Mercantil RD$3,936 millones) sin verificar si los problemas eran de liquidez o solvencia, incluso violando el tope señalado por la Ley Monetaria en su artículo 33,  y posteriormente, cuando procedieron a devolver todos los depósitos, reales o virtuales, provocaron la mayor hemorragia monetaria en la historia del peso dominicano.

Se ha querido comparar la respuesta de los EU a la crisis financiera del 2008 con la local del 2003, pero resulta que la FED pudo darse el lujo de triplicar su balance emitiendo inorgánicos para adquirir activos tóxicos o bonos del tesoro, pero en una economía pequeña y abierta provoca inflación y depreciación monetaria. En 55 años, desde la creación del BC hasta diciembre del 2002, la emisión monetaria alcanzó la cifra de RD$38,469 millones y en catorce meses se duplicó pasando a RD$79,177 millones.

Con esa masa de pesos en la calle era necesario neutralizarlos, mediante la venta de certificados, y las autoridades del BC lo intentaron pero con el nivel de desconfianza era muy difícil colocar ese monto ante agentes económicos que conocían la magnitud del desastre.

El otro pecado fue suscribir un acuerdo con el FMI en agosto del 2003 y fueron incapaces de cumplir con las metas en dos revisiones sucesivas del programa, dando por resultado la ruptura y  la tasa de cambio se disparó hasta 55×1 y la inflación anualizada a 65.29%.

La grave crisis del 2003-2004 fue básicamente por la quiebra fraudulenta de tres bancos e innecesariamente agravada por el pésimo manejo macro-económico antes, durante y después de los colapsos y no es accidental que el conglomerado de inversión JP Morgan advierta: “el ascenso de Mejía como un fuerte contendiente es probable que añada un elemento de incertidumbre no sólo a la propia elección, pero dado su pobre historial registrado de la gestión económica, también a las perspectivas a corto plazo de la economía dominicana”.

Publicaciones Relacionadas