La crisis del PRD y la responsabilidad de Leonel

La crisis del PRD y la responsabilidad de Leonel

El Partido Revolucionario Dominicano, el otrora glorioso partido del jacho, el partido con una innegable cuota de esfuerzos a favor de las libertades públicas, se debate por enésima vez en una crisis interna cuyo epitafio será otra división, y lo mas risible de esa tragicomedia es que una facción, la del expresidente Hipólito Mejía, acusa al Dr. Leonel Fernández de ser una especie de titiritero que mueve hábilmente al otro sector con la finalidad de aniquilar la organización con miras a los  comicios del último domingo de mayo de 2016.

Pretender acusar al Dr. Leonel Fernández de ser la “mano invisible” detrás de la crisis del PRD significa menospreciar a los actores que se están moviendo en la trama, denostar a un estadista de marcada vocación democrática y, además, desconocer que desde su fundación la historia del PRD ha estado marcada por las luchas internas entre facciones y la solución mediante la expulsión o salida voluntaria del grupo  con menor incidencia o fuerza electoral.

Desde la ruptura del Prof. Juan Bosch y el Dr. Juan Isidro Jiménez Grullón, que dio origen más adelante a la Alianza Social Demócrata (ASD), pasando por la salida del Prof. Bosch y la creación del PLD, las pugnas entre el Dr. Salvador Jorge Blanco y Don Antonio Guzmán Fernández y su posterior suicidio; los antagonismos entre dos viejos compañeros, en el buen sentido de la palabra, el máximo líder Dr. José Fco. Peña Gómez y Jacobo Majluta. La derrota de este último en 1986, por conspiraciones desde su propia organización, su salida del PRD y creación del PRI.

Cuando parecía que las divisiones habían quedado atrás y el PRD, luego de la desaparición física de Peña Gómez, logra los impresionantes triunfos de 1998 y 2000, resulta que el primer gobierno, tras 14 años en la oposición, conducido por Hipólito Mejía lleva al país a la peor crisis económica en la historia moderna, traiciona un principio de piedra del perredeísmo, la no reelección, modifica la Constitución y por encima de todo el liderazgo se alza con la candidatura y de paso expulsa a una figura histórica de la organización: Hatuey De Camps. ¿Acaso Leonel Fernández fue el responsable de esos conflictos?

¿Qué culpa tiene el Dr. Leonel Fernández  que desde dentro del PRD se boicoteara el triunfo de Miguel Vargas Maldonado en 2008?

¿Qué culpa tiene el Dr. Leonel Fernández  que en 2010 ese mismo sector se dedicó a un laborantismo para impedir se hiciera realidad aquello de “crecer en el 2010 para ganar en el 2012”?

¿Cuál es responsabilidad del Dr. Leonel Fernández de la incapacidad y la arrogancia que impidieron un acuerdo entre el candidato Hipólito Mejía y el presidente de la organización, Miguel Vargas Maldonado, que pudo ser decisorio para el triunfo en mayo pasado?

¿Cuál es la responsabilidad del Dr. Leonel Fernández en el intento ilegal de expulsar al presidente Vargas Maldonado o en la consumación de la expulsión de varios dirigentes de la otra facción por parte de organismos del partido?

La única responsabilidad del Dr. Leonel Fernández, junto al Presidente Danilo Medina y todo el liderazgo de la organización, ha sido haber transformado un partido de cuadros en uno de masas, haber preservado la unidad partidaria, realizado muy buenos gobiernos a favor de las mayorías y conducido magistralmente el PLD a cinco victorias consecutivas.

Es lamentable para la democracia que un partido con tantas epopeyas a  favor de las libertades y la democracia, en donde abundan jóvenes capaces y mayores con elevadas credenciales políticas, hoy estén a punto de fragmentar la organización, olvidando las frases lapidarias del máximo líder: “solo el PRD derrota al PRD” y “el PRD unido jamás será vencido”. Divididos y de frente a un partido unido, el PLD, con la reserva para el 2016 de un estadista consumado y el más grande líder político de este siglo, Leonel Fernández, seguirán en el ostracismo del poder.

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