POR ANSELMO SILVERIO
SANTIAGO.- El parque industrial de Santiago inició sus operaciones con 13  industrias menos, o sea con 78 de un total de 92 y con sólo 28,753 trabajadores de una población fija de 41,838  con que cerró sus actividades el año pasado. Algunos  empresarios preocupados por el declive han formado alianzas estratégicas con nuevos inversionistas  para no cerrar totalmente.

Un informe estadístico ofrecido por Víctor Espaillat Mera  indica que en al cierre de las actividades productivas de noviembre del  2004 a marzo del 2005, la cantidad de empleados comenzó a disminuir a consecuencia del cierre de algunas fábricas de textiles que despacharon a parte de su personal laboral.

Por su lado, el empresario Simón Tomás Fernández, presidente de Empresas Femar de zona franca,  dijo que las empresas siguen perdiendo competitividad y que mientras la tarifa eléctrica no se ajuste a la situación económica del país, éstas y otras industrias no podrán crear “ni medio empleo”.

El informe señala que el 25 por ciento de las empresas del parque operan con dificultades a media capacidad y con la mitad de su personal laboral. Ninguna de las empresas, afirma, incluyendo las de más capital económico, trabaja a toda capacidad.

El descenso de empleados activos bajó en más de un 30 por ciento en ese período, mientras empresarios del parque están buscando fortalecer  sus capitales para autofinanciar la compra de materia prima a consorcios extranjeros que ya no facilitan las telas ni otros materiales para el ensamblaje de pantalones, blusas, chaquetas y abrigos.

Entre las fábricas que se han asociado a otras, el informante citó a Empresas Femar y High Grade, las cuales se mantienen operando con nuevos inversionistas criollos y extranjeros. Otras están buscando nuevos capitales para enfrentar las pérdidas y superar los escollos económicos en que están envueltas.

Mientras tanto, asesores financieros están realizando estudios internos a aquellas empresas que han solicitado financiamiento foráneo para enfrentar los costos de la adquisición de la materia prima en el mercado internacional, dijo.

Fernández declaró que optó por afiliar su empresa a otras con las que formó un pequeño consorcio productivo. No obstante, considera que el costo de los préstamos resulta muy elevado y no se ajustan a las precarias condiciones de las empresas.

Fernández expresó que las empresas de zonas francas siguen perdiendo competitividad porque otras naciones operan con costos muy bajos en  relación con la República Dominicana. “Se está haciendo un esfuerzo, pero esto es insoportable”, precisó Fernández quien es un ex secretario de Obras Públicas.