Washington. EFE. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó ayer que la crisis económica actual es un “desastre continuo» para las familias y que la clase política debe actuar “con rapidez y osadía” para hacerle frente.

Obama habló  desde la Casa Blanca para anunciar el lanzamiento de un grupo de trabajo, encabezado por el vicepresidente Joe Biden, que se encargará de proponer medidas que favorezcan a la clase media.

Obama firmó también una serie de memorandos y órdenes ejecutivas para beneficiar a los sindicatos y aseguró que “permitirán mejorar las condiciones” para que los trabajadores se organicen.

Las declaraciones de Obama se producen al tiempo que el Departamento de Comercio indicó que el Producto Interior Bruto (PIB) del país se contrajo un 3,8% en los últimos tres meses de 2008, el segundo trimestre consecutivo en que la economía pierde potencia y la mayor caída desde 1982.

Según el mandatario, “la recesión se está agravando” y cada día “llega una nueva ronda de despidos” en las empresas estadounidenses.

“No podemos arrastrar los pies” a la hora de tomar medidas, aseguró, al insistir que deben “crear trabajos, pero no cualquier trabajo, sino empleos de calidad».

Aunque el grupo de trabajo se centrará en medidas para favorecer a la clase media “no olvidamos a los pobres”, sostuvo Obama, e indicó que su Gobierno quiere asegurarse de que los más desfavorecidos “reciben también su parte” de las ventajas “si están dispuestos a trabajar para conseguirlas».

La primera reunión del grupo tendrá lugar el próximo mes en Filadelfia, anunció Biden, que aseguró que “una clase media fuerte equivale a un país fuerte».

“No podemos tener el uno sin el otro”, añadió.

Entre las metas que se ha fijado se encuentran la expansión de la educación, la mejora de la conciliación de la vida laboral y familiar y la protección de la jubilación.

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Confianza mejora

La confianza de los consumidores de Estados Unidos en la economía mejoró de forma moderada en enero respecto del mes anterior, según datos de la Universidad de Michigan divulgados. Cálculos definitivos dejaron el índice de confianza en 61,2 puntos, comparado con los 60,1 puntos del mes anterior.

No obstante, los economistas preveían un registro de 61,9%, similar al que calculó la entidad a mediados de mes de forma preliminar.