La crisis obliga a tomar  el bisturí

<P>La crisis obliga a tomar  el bisturí</P>

La crisis de deuda en Estados Unidos y Europa debe obligar a nuestro Gobierno a diseñar con precisión estrategias para contener el impacto sobre la economía local. El FMI impone en líneas generales medidas como la reducción de un 12% en los gastos oficiales, pero no está claro cómo el Gobierno administrará los recortes.  ¿Recortará gastos injustificables como el supernumerario personal consular, o pondrá de rodillas a organismos como la JCE, que tiene por delante  unas elecciones a la vuelta de la esquina, o a Salud Pública y Educación?

Ayer, la mayoría de varios empresarios estadounidenses encuestados por The Wall Street Journal dijeron  que la principal razón por la cual las compañías  son renuentes a contratar personal es la escasa demanda de bienes y servicios, más que la incertidumbre sobre las políticas oficiales. Hay un efecto  adverso directo sobre el empleo y el comercio, y este último aspecto proyecta una sombra sobre nuestros ingresos por concepto de intercambio comercial. Con Europa podría pasar algo parecido.

Si disminuyen los ingresos por exportación, el recorte de gastos de un 12% podría no ser suficiente para compensar nuestro déficit fiscal. Se requerirían sacrificios mayores. El Gobierno está obligado a administrar la crisis de manera equilibrada y racional, empezando el recorte por sus enormes gastos superfluos y respetando las prioridades.

Un poco más de humanismo

La muerte de Luis Duarte con aparentes síntomas de cólera, ocurrida en el hospital Moscoso Puello en la misma silla de ruedas en que fue llevado allí, hace recordar el caso de  los niños  Miguel Henríquez Hernández, de ocho años, y Yarerlin Chater Hernández, de uno, residentes en el barrio Carlos Álvarez, en Villa Mella, que murieron después de haber sido despachados del hospital Robert Reid Cabral sin que, según sus familiares, recibieran las atenciones necesarias para contrarrestar  los síntomas de cólera que les aquejaban.

En los hospitales debe manejarse con más cuidado la situación de pacientes que lleguen en estado crítico porque sus familiares  hayan esperado el último momento para buscar asistencia médica. Sabemos de los esfuerzos que hacen los médicos, pero creemos que es necesario hacer un poquito más por tratar de salvar cada vida en peligro.

 

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