Además de una reducción de la inversión pública y del gasto de las familias en la educación, la crisis económica mundial podría ocasionar un aumento en las tasas de abandono y repitencia de las instituciones educativas, consideró ayer el consultor internacional Rolando Guzmán.
Dijo que la experiencia local ha demostrado que, en situación de crisis, el gasto del Estado en educación no sólo se reduce en monto, sino además en porcentaje.
Ante esto, Guzmán, del grupo de consultoría Pareto, indicó que la inversión que hacen las familias en el sector no actúa como compensatoria ya que tiende a contraerse. Mientras, se priorizan áreas como alimentación.
Al dictar la conferencia Ciclos económicos y la educación: posibles implicaciones de la crisis global sobre el sector educativo, Guzmán analizó las posibles consecuencias de la crisis mundial para la educación, tomando como referencia la situación de recesión económica que vivió el país entre 2003 y 2004.
Dijo que aunque en 2003 no hubo impacto en la tasa de ingreso a las universidades, se evidenció una emigración desde las instituciones de educación superior más costosas. Esto, porque las familias readecúan sus gastos y optan por los centros más rentables.
Agregó que en esa ocasión, se observó una pérdida de atractivo para las carreras de Humanidades y Sociales, posiblemente por su baja demanda en el mercado laboral, mientras que lo contrario ocurrió con las carreras tecnológicas.