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Bogotá, (EFE).- El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) inició contactos con la congresista opositora colombiana Piedad Córdoba y con el alto comisionado para la Paz, Frank Pearl, para propiciar la anunciada liberación de dos rehenes de las FARC.
El jefe de la delegación del CICR en Colombia, Christophe Beney, dijo en una entrevista que hoy publica el diario bogotano El Tiempo que están en contacto permanente con las partes y a partir de este martes se iniciarán reuniones para aclarar las cuestiones políticas.
«Creo que hay que detallar más y lo vamos a hacer a partir de hoy, de encontrarnos con todas las partes concernidas: la senadora (Córdoba) y el comisionado de Paz (Pearl)», comentó.
Pearl y el presidente colombiano, Álvaro Uribe, se reunieron el pasado sábado en Bogotá con familiares de varios soldados y policías secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
En ese encuentro y a solicitud de los familiares, el Gobierno se comprometió a facilitar las liberaciones unilaterales ofrecidas por los guerrilleros, sin condicionarlas a una entrega simultánea de todos los secuestrados, pero sí a una pronta puesta en libertad de todos los rehenes.
«Vamos a estar de manera proactiva contactando a la senadora, al comisionado de Paz, a la Iglesia católica y buscar los subtítulos de este tema, para aclarar todas las cuestiones políticas, despejar estos temas para asegurarnos que el día de la liberación no haya inconvenientes», añadió Beney.
El jefe del CICR en Colombia subrayó que los contactos de su oficina con las FARC para el tema de las liberaciones «son muy indirectos» y que todo el rol lo tiene la senadora Córdoba, por poseer «el vínculo más fuerte con la cúpula» del grupo rebelde.
«Esperamos que las dos partes convengan y acepten la manera como se debería llevar a cabo esta liberación», anotó.
Las FARC anunciaron hace meses su disposición de liberar de forma unilateral al cabo del Ejército Pablo Emilio Moncayo, secuestrado hace casi 12 años, y al soldado Josué Daniel Calvo, así como a entregar el cadáver del policía Julián Guevara, quien murió cuando estaba cautivo.
La guerrilla exigió realizar esas entregas a la senadora Córdoba, algo que Uribe autorizó el pasado 8 de julio.
Sin embargo, el mandatario puso entonces como condición una liberación simultánea de todos los policías y militares que las FARC quieren canjear por rebeldes presos (la guerrilla habla de 23, pero el Gobierno de 24), así como la entrega de los restos de tres hombres que murieron en cautiverio.
Moncayo y el cabo del Ejército José Libio Martínez son los uniformados que más tiempo llevan cautivos, ya que ambos fueron secuestrados en diciembre de 1997 en un ataque a una estación de comunicaciones del Ejército en el cerro de Patascoy, en el departamento de Nariño (suroeste).
La senadora Córdoba también ha pedido a las FARC que incluyan en el primer grupo de liberados a Martínez, que no conoce a su hijo Johan, quien con apenas once años ha participado en varias caminatas por todo el país para exigir la liberación de su padre. EFE
