La Cuarta República: Los Gobiernos del Siglo XXI

La Cuarta República: Los Gobiernos del Siglo XXI

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Para el análisis histórico, el siglo XXI comenzó en 1996, cuando  Leonel Fernández comenzó a dirigir la República, mientras que  los tres caudillos intelectuales surgidos tras la  muerte de Trujillo: Balaguer, Bosch y Peña Gómez,  se fueron apagando y fallecieron en sentido inverso a su edad, en los años 1998, 2000 y 2002.

El nuevo Presidente mostró su vocación de modernidad y penetrar los medios de  comunicación, con escasos resultados prácticos  excepto la agilización de los trámites burocráticos, una política exterior más dinámica y la multiplicación de los cargos públicos.

En las elecciones de medio término del 1998, el PRD ganó la mayoría en ambas cámaras y los municipios del país: y en el año 2000 su candidato Hipólito Mejía ganó en primera vuelta la presidencia de la República.

Mejía inició su gobierno auspiciosamente, con obras de interés comunitario, se aumentó sustancialmente las subvenciones municipales y descentralizó el gobierno del antiguo Distrito Nacional, creando la Provincia de Santo Domingo  con ocho municipalidades.  Durante ese período se fomentó la agricultura y se aprobaron programas sociales de largo alcance, como las leyes General de Salud, de Seguridad Social, de Combustibles Fósiles, de Microcrédito y se crearon las secretarías de  Estado de Cultura,  Educación Superior, Ciencia y Tecnología y de la Juventud, lo cual permitió el triunfo electoral del PRD en las elecciones congresuales y municipales del  año 2002.

A partir de entonces el equipo político más cercano a Mejía concentró sus esfuerzos en lograr su reelección presidencial contra la tradición antireeleccionista del PRD y los sectores liberales del país;  y la crisis bancaria desencadenada por las quiebras fraudulentas de los bancos Intercontinental, de Crédito y Mercantil, desestabilizaron la economía, que provocaron el triunfo en el 2004  de Leonel Fernández.

La segunda administración de Fernández logró el retorno al equilibrio macroeconómico perdido.  Inició grandes obras públicas viales y centros universitarios, entre los cuales destacó el tren metropolitano de Santo Domingo, así como un endeudamiento externo creciente y tres reformas fiscales para aumentar los ingresos del Estado, a la par que una constante campaña propagandística y la satanización del PRD, que le permitieron al PLD ganar las elecciones de medio término en el 2006 y su reelección en el 2008.

En este nuevo período, Leonel y el PLD establecieron una nueva Constitución de la República sin Constituyente, liberal de forma pero centralizadora del poder en lo pragmático, que le permitió retener todos los resortes del poder; aunque incluyó la no reelección presidencial consecutiva.

Por su parte el gobierno buscó afanosamente recursos económicos con gran corrupción  a costa de  las riquezas naturales del país, y contratos lesivos, como una isla artificial en Santo Domingo, la explotación minera de oro y plata de Pueblo Viejo, una industria de cemento en Los Haitises, la concesión de peajes y carreteras, mientras los servicios de educación y salud hicieron crisis.

El endeudamiento progresivo del país llegó a su climax con el financiamiento de la campaña electoral del candidato presidencial del PLD, Lic. Danilo Medina, que dejó un déficit fiscal para el año 2012 de 210 mil millones de pesos; pero logró el triunfo electoral sobre el candidato opositor Hipólito Mejía, quien hizo una campaña errática.

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