Hace algo más de quince años publiqué en este mismo medio un extenso artículo – a página completa – titulado “Imaginemos el escenario de una Cuba Post Fidel Castro”. Hoy ya no hay que imaginarla. Acaba de comenzar la Cuba post Fidel Castro… vivo. ¿Va a suceder algo?. Nada. El suceso no trae ningún cambio espectacular como algunos creen. Más aun; si Raúl Castro, aún en el ejercicio del Ejecutivo, muriese – tiene 85 años – tampoco va a producirse una “explosión” como suponen tanto los que ignoran la realidad cubana como los que no la ignoran pero ejercitan su imaginario.
El sistema cubano está “institucionalizado” queramos creerlo o no. Incluso, en el mismo momento de la enfermedad de Fidel hace diez años y su famoso comunicado transfiriendo el poder a Raúl no se interpretó adecuadamente. No necesitaba transferir ningún “poder” porque Raúl ya era “vicepresidente primero” del gobierno y, consecuentemente, su sucesor. Si falleciese ahora Raúl automáticamente asumiría el cargo Miguel Díaz Canela – el vicepresidente primero -, un hombre de nueva generación, nacido con el sistema y que ha mostrado otras normas aunque, eso sí, el mismo convencimiento ideológico. Los análisis de la CIA y del Departamento de Estado coinciden con esa apreciación. Adonde sí habría que mirar, si desapareciese Raúl, sería a la dirección del Partido Comunista donde pasaría a Primer Secretario un “ortodoxo radical”, José Ramón Machado Ventura, aunque ya, también, con más de 85 años.
Todo el mundo coincide en pensar que Raúl ha sido más partidario de reformas más profundas que Fidel, más dogmático, podría haber estado frenando. A finales del decenio de los noventa, antes de la evaporación de la URSS y el campo socialista europeo, siendo Ministro de las Fuerzas Armadas contrató a especialistas industriales estadounidenses para que armasen el “sector industrial” de las fuerzas armadas. Ello resultó después crucial cuando hubo que enfrentar el “período especial, – etapa así llamada a la crisis que generó la desaparición de los aliados estratégicos de Cuba. Aquella asesoría fue igualmente el caldo de cultivo de la inserción de oficiales y ex-oficiales al frente de sectores económicos no militares. Raúl debe dejar la presidencia del Consejo de Estado – real título oficial – al cumplirse cinco años del actual período constitucional y no reelegirse, según él mismo ha anunciado. Algunos han planteado que es lo mismo que el modelo chino. No es exactamente igual. En China el Congreso del Partido, mediante delegados, elige al presidente por dos periodos de cinco años. En Cuba es un Parlamento integrado por diputados electos por votaciones populares, demasiado “formales”, el que elige a los 31 integrantes del Consejo de Estado y entre ellos al Presidente del mismo y sus vicepresidentes.
¿La economía?. Lo que algunos llaman el “modelo cubano”, que no es aplicable ni en Cuba hoy día y mucho menos en ningún otro país, surgió como consecuencia del bloqueo total de la economía de la cual el país dependía y acentuado con los años por otro bloqueo, el “mental” y “dogmático”. El gran desafío es profundizar las reformas y apertura para poder, eficientizando la economía y reteniendo el control de sectores claves, poder disponer los recursos que permitan mantener todos los logros sociales que se habían alcanzado.