La Cuba turística

La Cuba turística

Desde la elección del doctor Barack Obama como Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, se venía comentando sobre el posible levantamiento de las sanciones a Cuba por parte del gobierno norteamericano, en base a las promesas hechas, durante su campaña electoral, a la comunidad cubana de la Florida.

Estas promesas comienzan en convertirse en realidad luego de que el gobierno norteamericano levantó hace pocos días las restricciones de viajes de cubanos-norteamericanos y el envío de remesas a familiares en la isla. Aunque por el momento sigue vigente el embargo comercial así como la restricción de norteamericanos de viajar como turistas a dicha Isla.

Estos cambios de la política estadounidense con relación a Cuba en lo referente al levantamiento de las restricciones de viajes, deben ser seguidas de cerca por parte de los países caribeños eminentemente turísticos, porque indiscutiblemente se sentían los cambios en el comportamiento del mercado, lo que significará una nueva visión de la corriente turística hacia el Caribe.

Es impresionante el camino recorrido por nuestros vecinos cubanos en lo referente a la industria turística. Este se inicia en la década de los años 50 contando con 2,800 habitaciones hoteleras, (especialmente en La Habana y en la bella playa de Varadero), liderando la corriente de visitantes al Caribe (principalmente de norteamericanos) motivados por el juego y la diversión que destacaban como atractivos del país. Luego como consecuencia de los cambios impuestos que se produjeron en la Isla con la llegada de la Revolución en 1959 y la política oficial “de no visitante” con el propósito de no contaminar ideológicamente el principio de la revolución, y el rompimiento de relaciones con los USA y la mayoría de los países vecinos hizo que la actividad turística se viere totalmente paralizada.

Esta situación se mantuvo hasta fines de la década de los años ochenta, cuando por problemas internos de la Unión Soviética, Cuba perdió sus principales aliados comerciales, lo cual marcó un retroceso en la economía del país, no quedándole más remedio que reconsiderar los posibles beneficios generados por la llamada industria sin chimeneas.

El resurgimiento de la actividad turística no se vio materializada hasta el año 1990, cuando las autoridades cubanas iniciaron una estrategia económica muy bien definida dirigida a la captación y desarrollo de inversión privada extranjera, especialmente de españoles e italianos. Para esta época Cuba disponía tan solo de un 8% de las habitaciones disponibles en el Caribe. Es entonces que surgen construcciones de nuevos hoteles y se crean nuevos mercados, llegando hoy por hoy a tener aproximadamente más de 46,000 habitaciones hoteleras, generando aproximadamente 2,000 millones de dólares para la economía cubana. Ya para el año 2010, de acuerdo a informaciones de prensa del Ministerio de Turismo de Cuba, se tiene previsto construir 30 nuevos hoteles con inversionistas españoles y chinos, aumentando así su capacidad hotel era en un 21.7%. De esta manera se convierte, entonces, la industria turística en la segunda principal fuente de ingresos de la Isla, superado solo por las exportaciones de níquel.

Actualmente Cuba, no obstante las restricciones internacionales está en la segunda posición de los diez primeros destinos turísticos del Caribe en número de llegadas de visitantes en el año 2008 con 2,348,340 turistas, solamente superada por Rep. Dominicana como el primer destino del Caribe con 3,979,677 turistas, superando inclusive destinos como Cancún, Mex. (en tercer lugar con 2,165,320 turistas), Jamaica (en cuarto lugar con 1,767271 turistas), Bahamas (con 1,259,189), Puerto Rico (con 1,213,192), siguiendo Islas Vírgenes, (EEUU) Aruba, Barbados y Martinica. (Estadísticas de la Organización de Turismo del Caribe, CTO).

Conclusión, la apertura de la nueva Cuba turística significará, tal como lo indican estudios publicados por diferentes instituciones económicas internacionales, un cambio significativo en la industria turística del Caribe y por tanto algunos países se verán afectados por 1a disminución de visitantes, en especial norteamericanos, por lo que se debe mejorar la competitividad cuidando, manipulando y diversificando la oferta, a fin de mantener y conquistar nuevos mercados. No nos durmamos en nuestros laureles.

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