La cultura como oferta turística

La cultura como oferta turística

La República Dominicana cuenta con una de las más ricas y diversas culturas del Caribe, tanto a nivel monumental, artístico y musical, como folclórico y culinario. Sin embargo, hasta el momento no ha sabido  explotarla turísticamente.

Ciudad de primacías americanas, Santo Domingo cuenta con la mayor y más hermosa ciudad colonial de la región, con museos, artesanía, hermosas calles y monumentos. En la capital como en el resto del país abundan las manifestaciones de cultura popular, con un carnaval tan rico que se manifiesta en forma diferente en cada una de las comunidades, fiestas religiosas y paganas, manifestaciones folclóricas y artísticas muy diversas, y una muy variada gastronomía, con características muy diferenciadas, según  la zona del país de que se trate.

Todo esto, sin embargo, lo desconocen los turistas que visitan al país, la mayoría de los cuales solo recibe la oferta de sol, playa y algunos deportes y, si tienen suerte, la visita a una de las variadísimas opciones ecológicas con que cuenta el país.

La situación es  conocida de las autoridades que, desde hace varios años, han comenzado algunas iniciativas, aunque muy limitadas, con miras a corregir esta falta.

Tati Olmos, directora de Turismo Cultural de la secretaría de Turismo, destaca los esfuerzos que a través de esa institución se han realizado para promover la cultura dominicana, colocarla como parte de la oferta turística.

Entre otras cosas, Turismo ha impulsado la música dominicana mediante la edición de una serie discográfica, de la cual ya van 14 discos, y la presentación de representantes musicales criollos en distintos escenarios del mundo. También se ha desarrollado un programa denominado Santo Domingo de Fiesta, “una magnífica propuesta cultural que hemos logrado ambientar en la Plaza de España, en la Zona Colonial,  tanto para nuestros residentes como para quienes nos visitan”.

Mucho más que dos.  Pero para lograr sacarle provecho a la cultura dominicana, como lo hacen otros países y ciudades, como Colombia con Cartagena de Indias, Ciudad de Guatemala o La Habana, se necesita más que el esfuerzo de la secretaría de Turismo.

Desde la creación del Departamento de Turismo Cultural, explica Olmos, inició contactos en la secretaría de Cultura con la encargada de esa área allí, la arquitecta Risoris Silvestre, graduada de Turismo Cultural en Barcelona, con quien de inmediato se iniciaron los trabajos, se levantaron los datos y se trazaron varias rutas y se desarrolló toda una propuesta integral.

Sin embargo, para desarrollar estas propuestas es necesario la participación de todos los sectores involucrados, desde  los propios ciudadanos hasta los ayuntamientos, los museos, las juntas de vecinos.

El programa Santo Domingo Cultural, en la Plaza España, ha tenido una muy buena acogida, y ahora se trabaja en la iluminación de varios monumentos en la zona.

Para Olmos, la extensión del horario en los museos de la zona ayudaría a darle vida, sobre todo si en ellos se organizan charlas y tertulias que atraigan a gente diversa.

Explica que en el exterior se ha tratado de mostrar toda la cultura dominicana, no solo la Zona Colonial, pero hay que reconocer el gran potencial cultural de esa parte de la ciudad de Santo Domingo.

También es importante que se conozca la pintura y la artesanía dominicana, y se pueda distinguir de la extranjera. Es todo un reto para los dominicanos.

Las rutas
En el proyecto de desarrollo del turismo cultural elaborado por la arquitecta Risoris Silvestre, de la secretaría de Cultura, se determinaron como potencialidades a explotar en Santo Domingo, el hecho de ser primada de América, y la declaración de Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO, la casa de Colón, Cavernas y centro con arte rupestre, los Congos de Villa Mella y la posición estratégica.

En base a esas potencialidades se trazaron 15 rutas a corto plazo y seis a largo plazo.

Las de corto plazo son la ruta panorámica de la Ciudad Colonial, Panorámica de la ciudad con diversos sectores como Gazcue,  rutas religiosas y de visitas a iglesias, ruta de Semana Santa, religiosa popular (incluye fiestas de palos, entre otras manifestaciones), museos de la ciudad colonial y fuera de allí, ruta del arte, literaria, de artesanía, de béisbol, gastronómica y de arte precolombino.

Las de largo plazo incluyen ruta de cocina criolla, cuevas y cavernas, nocturna, playas, nacional religiosa y artesanías de la región Sur.

Las frases

Tati Olmos

Para establecer el turismo cultural hace falta una legislación y que la gente asimile que la cultura es un producto que venden todos los países del mundo.

Necesitamos una política cultural,  un proyecto en el que a quienes corresponda se involucren en serio, si no vamos a perder una gran oportunidad.

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