El 2l de este mes la Sociedad Dominicana de Bibliófilos, que ha hecho un mayúsculo aporte a la cultura con la edición de más de 200 libros extinguidos de circulación, anunció que cierra su puerta, porque el Ministerio de Cultura le suprimió desde septiembre pasado un subsidio de cien mil pesos mensuales.

La biblioteca Enrique Apolinar Henríquez de la SDB, con más de 15 mil títulos, estará cerrada para investigadores de todos los niveles, historiadores, estudiantes, periodistas, sociólogos, politólogos y otros interesados en la cultura, por carencia de cien mil pesitos que se gasta cualquier funcionario en un almuerzo o cena en un restaurante de copete.

Es lo que ha denunciado el presidente de ese útil centro cultural, Mariano Mella, ante la abulia del titular de Cultura, sin que hasta ahora, el presidente Danilo Medina le instruya lo contrario.

El año pasado cerró sus puertas la librería Thesaurus, de gratísimos recuerdos por la variada oferta editorial y la célebre cafetería con sandwichs mejores que los de Quiznos, mientras proliferan cada día como los hongos, bancas de apuestas, cafetines de pésima ralea y centros de masajes “at large”.

Redactando esta entrega a Hoy pienso trémulo, en el padre Jesús Hernández y la Biblioteca Antillense Salesiana, la más nutrida de filosofía en el Caribe, de recibir subsidio, ante la indiferencia al perigeo de la cultura del titular de la cartera, un artista de la música y por más señas, con tintes izquierdistas, para menos entender el desprecio por los centros culturales.

Una rectificación de estos casos, que no afecten a Amantes de la Luz y la Alianza Cibaeña.