La Declaración de Cochabamba sobre Seguridad Alimentaria

La Declaración de Cochabamba sobre Seguridad Alimentaria

Pocas veces en la historia reciente de las Asambleas Generales de la Organización de los Estados Americanos (OEA), una Declaración haya sido objeto de un debate tan arduo y apasionado como lo fuera la Declaración de Cochabamba sobre “Seguridad Alimentaria con Soberanía en las Américas”, sometida por el Gobierno de Bolivia y aprobada por las Ministras y Ministros de Relaciones Exteriores y Jefes de Delegación en el 42 Período Ordinario de Sesiones de la OEA, el 5 de junio de 2012 (AG/DEC.69XLII-0/12).

 El Estado Plurinacional de Bolivia, en la versión original de la Declaración de Cochabamba sobre seguridad alimentaria sostenía que los alimentos no son en esencia una mercancía, sino dones de la Madre tierra, apuntando que 925 millones de personas sufren de subnutrición o hambre crónica, y de ellos, unos 45 millones se ubican en América Latina y el Caribe, equivalente a 9% de su población.

 Para el Gobierno de Bolivia, América Latina y el Caribe, nuestra región, enfrenta problemas de producción, acceso y consumo de alimentos, frente a los problemas generados por la competencia de la producción bioenergética y los denominados biocombustibles, todo influenciado por una economía global y la privatización del uso de semillas que escapan supuestamente al control de los Estados y a los productores nacionales.

El mayor énfasis de la Declaración original sometida al debate por las autoridades de Bolivia, descansó en el concepto de que la soberanía alimentaria implica la capacidad de los Estados y sus pueblos de implementar sus políticas y estrategias alimentarias y nutricionales soberanamente, dentro del concepto de “Saber Alimentarse y Vivir Bien”, planteándose un nuevo orden alimentario como una hoja de ruta a completarse en el 2013 para alcanzar esos objetivos como un Plan “Saber Alimentarse para Vivir Bien (2014-2025) que articularían producción, acceso y consumo de alimentos, promoviendo además el consumo de la “quinua” por su contenido de proteínas.

Después de largos e intensos debates, el documento original experimentó numerosas modificaciones, aprobándose la Declaración de Cochabamba sobre “Seguridad Alimentaria con Soberanía en las Américas” (AG/DEC.69XLII-0/12), disponiendo, entre otras cosas, en su parte resolutiva i) el compromiso de erradicar el hambre y la malnutrición en las Américas, ii) fortalecer la capacidad de los pequeños agricultores, iii) acceso al agua potable y saneamiento, iv) encargar a la Secretaría General fortalecer la coordinación en el IICA, v) solicitar al Consejo Permanente de la OEA que convoque a una reunión especial sobre la situación alimentaria y nutricional en las Américas conjuntamente con el IICA, la OPS, el Programa Mundial de Alimentosa, la FAO, el BID y la Iniciativa América Latina sin Hambre.

Para Bolivia fue un hito la aprobación de la Declaración de Cochabamba.

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