La delincuencia sin corbata

La delincuencia sin corbata

José Miguel Gómez

Hemos fracasado en obtener buenos y mejores resultados en políticas públicas que detenga o ayude a prevenir los actos de delincuencia y de inseguridad ciudadana. La delincuencia es un resultado de un círculo que se expresa entre exclución social, miseria, desigualdad y vulnerabilidad económica y psicosocial. En la práctica social, el comportamiento y la conducta social son resultado del nivel de inclusión al desarrollo sostenible, a las oportunidades que se han tenido y se han vivido en tema tangibles como son: la educación de calidad, el acceso a la salud, al empleo digno y decente, al salario justo y equitativo, al agua potable, a la energía eléctrica, a la vivienda segura, a la calidad y calidez de vida. Pero también, a sentir que se vive dentro de un sistema de derecho que me acoge, me ampara y me protege, es decir, piensa en mí, en los míos y en los grupos parecidos a mi condición, en mi vulnerabilidad. Cuando el crecimiento es desproporcionado en términos de la inversión demográfica, o por falta de cohesión, o de inequidad en el gasto social, entre lo emergente, lo prioritario, lo impostergable o lo beneficiario. Esa acumulación de problemas básicos no planificados son lo que han reproducido una movilidad no planificada de la pobreza rural a la periferia marginal de lo urbano arrabalizado, desigual y diferente.
Reproduciendo a la vez, cambio en la mentalidad, en el comportamiento, en las emociones, en la afectividad y en la propia identidad psicosocial. ¿Qué actitudes emociones negativas se reproducen en los adolescentes y adultos tempranos perteneciente al círculo de la miseria desigualdad; aislamiento social, deambulación sin propósitos, resentimiento social, enojo crónico, ira, rabia, frustración, sed de justicia, rebeldía y violencia social etc. Además de todo esto, se busca o se eligen salidas riesgosas y con falta de capacidad para gestionar el riego de forma adaptativa, teniendo que buscar salida en el abuso del alcohol, consumo drogas ilegales, prostitución, mercado ilícito, robo, delincuencia, bandolerismo crimen organizado y transgresión a las normas morales y éticas. La delincuencia es una expresión de un modelo de desigualdad y pobreza que excluye y hace desigual y diferentes a las personas. Sobre todo cuando otras tienen y viven dentro del desarrollo social, del Estado de derecho y de oportunidades. Atacar las consecuencias que genera la violencia social, la delincuencia, con represión policial y con militares no es sostenible; más bien genera control, miedo, acatamiento social, sometimiento al orden; pero jamás mitiga las causas que genera esa delincuencia, ni los afectos en la vida de las personas y de la marginalidad en que viven. Ese modelo de represión no dio resultados en México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua; dio resultados en EEUU, en Canadá con los grupos minoritarios que practicaban delitos y se les respondía con acciones psico social, justicia, programas comunitarios, inserción social, tecnología, inclusión familiar y educativa, deportes y fiscalización de grupos de altos riesgos, control del mercados ilícitos de armas, drogas y bandolerismo. Por otro lado, creando un sistema de consecuencias para todos, de derechos con equidad para todos, de justicia y de dignidad ciudadana.
En la delincuencia sin corbata, los de a pie son vulnerables, su perfil psico social y de marginalidad le reproduce baja autoestima, bajo auto-concepto y falta de creatividad para pensar y actuar diferente. Más bien, se siente excluido entre los ellos y los nosotros o los nosotros diferentes a ellos o delincuentes con corbatas y delincuentes sin corbatas.
El modelo de políticas públicas contra la delincuencia la he escrito y la he contextualizado en diferentes espacios de forma horizontal, multifactorial, y rompiendo los iconos recreados de que los desiguales son delincuentes por indisciplinados, resentidos y retardados, cosa que estigmatiza, crea prejuicios y ayuda a más discriminación. La delincuencia luce institucionalizada por un sistema que no tiene respuesta en la distribución con justicia social, con sistema de consecuencias y sin respuestas de derechos social y humano con los grupos más venerables. La delincuencia sin corbata necesita respuestas con oportunidades al desarrollo social para crear ciudadanía responsable, ética y moral en lo público y privado.

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