Actos de delincuencia, calles en mal estado y descuidos algunas áreas, se observan en el Cementerio Cristo Redentor.

No obstante, brigadas del Ayuntamiento del Distrito Nacional limpiaban ayer algunas áreas, en la parte oeste del camposanto, en el inicio de una jornada que, según  las autoridades, será permanente.

Sara Guerrero, quien se encontraba el lugar para dar mantenimiento a la tumba de su madre, en la manzana 9-0, deploró el mal estado de las calles y aprovechó para exigir al ayuntamiento la reparación de las vías, porque tanto los difuntos como quienes visitan las tumbas merecen respeto.

Cree que las calles del cementerio nunca han sido reparadas desde su inauguración hace   40 años, por lo que merece una mayor atención por parte de las autoridades municipales.

El cementerio Cristo Redentor fue inaugurado en siembre de 1974, por el entonces presidente Joaquín Balaguer, cuando el Nacional de La Máximo Gómez estaba prácticamente lleno y, teóricamente,  solo los propietarios de  panteones tenían derecho a sepultar sus parientes en ese cementerio.

Delincuencia.  Anselmo Rosario, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Construcción del Cementerio Cristo Redentor, denunció que a pesar de los esfuerzos de las autoridades continúan cometiendo actos de delincuencia.

Precisó que los ladrones no solamente atracan a personas dentro del cementerio, sino que se llevan las letras y los números  metálicos de los panteones.

Rosario exhortó a los familiares de los difuntos a no utilizar materiales que llamen la atención de los delincuentes.

Sostuvo que en muchas ocasiones, los miembros del sindicato, que son  más de cien, han atrapado a delincuentes, los que son entregados a las autoridades policiales, pero  pocas horas después son puestos en libertad por los ayudantes fiscales.

Estafas.  El dirigente gremial señaló que decenas de personas han sido estafadas cuando acuden al lugar a construir un panteón u otras labores, por parte de  personas que  usurpan la función de albañiles pertenecientes al sindicato, cuando en realidad son “unos farsantes”.

Antecedentes

El 30 de mayo

 El inspector general de la Marina de Guerra, contralmirante Ramón Gustavo Betances Hernández, fue herido de bala y despojado de su arma de reglamento por una banda de delincuentes a pleno día en el Cementerio Cristo Redentor.

El 15 de este mes

Cinco presuntos delincuentes asesinaron a quemarropa la madrugada de ese día a un oficial subalterno y dos alistados e hirieron a un sargento mayor frente al cuartel de los Bomberos de Los Girasoles y a 20 metros del destacamento policial Cristo Redentor. Con frecuencia se denuncia que bandas de delincuentes asaltan y matan personas en los alrededores del cementerio, pero no se toman medidas.