Un intelectual de fuste y renombrado filósofo búlgaro Tzvetan Todorov acaba de publicar en español su obra “Los Enemigos Internos de la Democracia” en donde con una agudeza increíble y crítica punzante conmueve los sentires de la gente de este siglo para que reaccionen de su conformidad y se den cuenta de cómo estamos siendo envueltos por muchos peligros para la libertad.

Todorov vive desde hace años en Francia y desde allí ha desarrollado una prolífica vida intelectual alertando a sus semejantes de tantos peligros para su libertad ya que él vivió en carne propia los padecimientos impuestos por un régimen comunista en Bulgaria. Desde 1963,  respirando los aires de libertad de Francia, le ha permitido llevar a cabo una prolífica labor de sensibilización de las conciencias para que los seres humanos cuiden su derecho a ser libre.

La tesis central de la obra de Todorov es alertar con gran empeño de los enemigos que se ciernen sobre nuestras sociedades, que presagian un retroceso muy peligroso para el futuro del mundo.

Cuatro son los enemigos que para Todorov amenazan a las sociedades, y son el mesianismo, el ultraliberalismo, el populismo y la xenofobia, que en casi todos los países, asoman algunas de sus cabezas con timidez, pero avanzando casi  sin darnos cuenta ya que podríamos caer en lo que ya se vivió en la década de 1930 previo al inicio de la II Guerra Mundial.

En nuestro continente hispano parlante nos damos cuenta de cómo el mesianismo ya ha sentado sus reales en algunos de nuestros países,  en que sus jefes de Estado buscan todos las formas de aferrarse al poder, ya sea modificando constituciones o embaucando a sus conciudadanos con promesas que  permiten elecciones acomodadas a quienes detentan el poder y  presentándose como los salvadores e imprescindibles.

No hay dudas que el ultra liberalismo es la causa de la peor crisis financiera que afecta a los países, en donde muchos de ellos  han tenido  que apretarse el cinturón de mala manera, llevando al desempleo  a millones de seres que perdieron su altos niveles de vida que disfrutaban tan generosamente, luego  que el mundo se recompuso después de la caída del comunismo en Europa.

La xenofobia esta causando estragos en el mundo occidental y las potencias industrializadas europeas sufren con el rechazo de sus habitantes al oponerse a la presencia de inmigrantes que llegan  del África, y que en los Estados Unidos ha llevado a promulgar legislaciones que restringen las oportunidades de trabajo a los ilegales,  y que hasta el presidente Obama tuvo que flexibilizar sus intenciones de expulsar a  los ilegales e irradiarlos de las escuelas en un año electoral, para no ver que se afecten sus aprestos reeleccionistas.

El populismo es la señal de distinción de casi todos los políticos gobernantes de América,  en que unos más que otros, la utilizan con especial devoción para asegurarse su permanencia en el poder, atrayendo el fervor de las masas que reciben las dádivas más diversas para asegurar la permanencia en el poder mediante elecciones supuestamente democráticas.

No hay que dudar que el populismo en el cual se sustentan varios presidentes de América está llegando a un punto, en que la gravedad económica que atraviesan sus países, obligará a una reacción que devuelva a los países su verdadera vida en democracia.