La democracia no es solo un concepto, sino una práctica

La democracia no es solo un concepto, sino una práctica

A través del tiempo, en varias organizaciones  del país, políticas, sindicales  como de otra índole, se han dado situaciones  en las que se ha hecho bastante difícil lograr entendimientos internos de forma permanente.

Algunos entienden que las causas, más por cuestiones de tipo ideológico, han sido por mala interpretación de la democracia,  tendencia al fraccionamiento, ausencia de la suficiente sutileza para allanarle el camino a sus contendores,    o  porque éstos, al sentirse  marginados se han agrupado como mecanismo de subsistencia.

En tal sentido, el diálogo y la concertación  siempre serán convenientes y necesarios dentro de cualquier organización, especialmente los partidos. Lo ideal es que  exista un mínimo de entendimiento entre sus dirigentes,  convencidos de que sin la presencia de  esa práctica humana fundamental, se hace difícil  poder brindarle a la sociedad un proyecto triunfalista.

El diálogo, la concertación y los  entendimientos son además  mecanismos que se utilizan para llevar a cabo proyectos y tareas de forma coherente,  sin provocar situaciones embarazosas que pongan en peligro los objetivos de la institución de que se trate. Forman parte de la esencia de la democracia, que más de  un concepto, es  una práctica

En el caso del PRD, la mayoría de los más connotados dirigentes de las diferentes corrientes, indudablemente realizan esfuerzos en este sentido, lo que crea una ambientación positiva, pero deben evitar  que   se deslicen  actitudes individuales  que  puedan crear ante la población percepciones equivocadas que perjudiquen la organización en su conjunto.

Porque lamentablemente la existencia de  situaciones de conflictos, no solo pueden crear ambientación pesimista en algunos militantes, sino en una parte importante de la población, indispensable para el triunfo.

Esto además   podría provocar cataratas visuales que les  impida a  algunos dirigentes o parte de los grupos de apoyo  de los dirigentes que aspiran la nominación presidencial,  mirar hacia fuera donde hay mucha gente que pudiera no comprender las causas o razones para que miembros de la misma organización, y que dicen confesar los mismos principios e ideas, muestren resistencias a aceptarse y convivir fraternalmente.

Cuando no hay total sintonía entre lo que se dice y lo que se hace, se crean reflejos distorsionados que pueden crear confusión capaz de perjudicar a unos y a otros, pero sobre todo  las aspiraciones del partido y la gente que tiene sus esperanzas puestas en él.

Conocer esas realidades podría evitar grandes  desvelos futuros, por lo que en la medida en que se acerca la fecha de la Convención para la escogencia del candidato presidencial, debe aumentar la sensatez, la armonía, el compañerismo y la tolerancia.

Los perredeístas tienen por delante un panorama bastante positivo y lo deben aprovechar al máximo, mostrando  su vocación democrática y unitaria, antes de la Convención y sobre todo después de realizada dicha jornada cívica, a fin de que  se pueda percibir como una realidad incuestionable, que el triunfo de uno representará garantía para  todos.

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