La democracia y la prepotencia del poder continuista

La democracia y la prepotencia del poder continuista

La renuncia  del director de Informática de la Junta Central Electoral y sus declaraciones, así como otras acciones políticas, nos dan la señal de que el poder continuista, consciente de la pérdida irreversible de su popularidad, ha tomado el camino alternativo de  tratar de agenciarse un triunfo fraudulento para retener el poder contra la voluntad popular en mayo del 2012.

Al renunciar a su cargo como director, Miguel García denunció que estaba siendo marginado de sus funciones a favor de su subalterno Franklin Frías, que la base de los datos del Centro de Cómputos estaba siendo objeto de manipulación e incluso habló de un registro paralelo de inscritos.

La gravedad de esta denuncia para la democracia dominicana no puede ser subestimada; ni postergada la solución del conflicto que se ha generado en torno  al mismo, producto de la prepotencia creciente de un poder continuista y corrupto de clara vocación despótica, disfrazada de modernidad y apertura.

A la reacción inicial del presidente, Roberto Rosario, y la mayoría del pleno de la JCE de aceptar pura y simplemente la renuncia de García y entregar el cargo a su controversial subalterno, se alzaron la vertical posición del miembro de la Junta Dr. Eddy Olivares y del Delegado político del PRD, Salvador Ramos, así como distinguidos representantes de la sociedad civil, que han replanteado la situación, dada la importancia que esta tiene para el futuro político dominicano.

A ese respecto debe recordarse que en el año 2003 el PLD se opuso a que Frías encabezara la Dirección de Informática, por ser postulado por el PRD, y con el apoyo de representante de la sociedad civil y algunos diplomáticos lograron que García fuese designado por encima de éste.  Ahora, curiosamente, defienden a rajatablas que se quede dirigiendo y para ello han producido incluso  amenazas de juicio político para Olivares, y declaraciones de respaldo del presidente de la JCE y el propio Frías anunció enfáticamente que no renunciará al cargo. Aquí no se trata de crear otro cargo burocrático, como propone Rosario, sino de evitar el control del organismo que determina quiénes votan, y que cuenta los votos. Un país en que todos los estamentos superiores del Estado están siendo copados por el partido de gobierno, que no tiene una Ley Orgánica del Sufragio conforme  establece la Constitución vigente; que tampoco aprueba una Ley de Partidos Políticos que ponga límites a los abusos de poder del gobierno, tiene que luchar unido para hacer respetar el voto popular, o de lo contrario el deterioro político, económico y social que padecemos desembocaría en una situación de anomia, caos y despotismo de imprevisibles consecuencias.

También hay que buscar el apoyo de los organismos internacionales de derechos humanos y de asuntos electorales de la región y de las Naciones Unidas para evitar lo peor.  Mientras tanto, aquellos que confunden las tácticas con la estrategia, o se presten a la aventura de hacer el juego al poder continuista, recibirán en su momento las  lecciones que da la historia y la vida a todos los que caen en tales desaciertos y  aventuras…

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