La denuncia de Euclides

La denuncia de Euclides

A la tragedia haitiana le han estado huyendo las naciones poderosas que se desviven y pagan un precio muy alto por defender la paz y la democracia en cualquier parte del mundo, más allá de las fronteras de América.

No hay a la vista ninguna voluntad dirigida a estabilizar esa empobrecida nación y ayudarla a levantarse del polvo y convertirse en un Estado posible. No parece haber sobre Haití ningún interés económico, geopolítico y ni siquiera humanitario de parte de ninguno de los proclamados «amigos» de ese territorio.

Cuanto más se analiza el papel de gendarmes que se atribuyen las potencias mundiales, con Estados Unidos a la cabeza, más se afianza la creencia de que Haití no entra en sus planes, al menos en el actual contexto histórico.

Luego, es lógica la deducción de que tampoco interesa una inmigración masiva de haitianos hacia cualquiera de esos países «amigos» de Haití.

-II-

Las reflexiones anteriores no son un concepto nuevo. Han sido manejadas en muchas oportunidades, sobre todo cuando se trata el tema de las repetidas denuncias que atribuyen a varias economías fuertes el propósito de provocar una fusión entre la República Dominicana y Haití.

Las mismas, por demás, encuentran un punto de afianzamiento en una denuncia grave que hace el doctor Euclides Gutiérrez Félix, abogado, historiador, dirigente del partido en el poder pero, por encima de todo, funcionario del Estado.

Son de dominio común todos los accidentes e incidentes predominantes en los últimos tiempos en las relaciones dominico haitianas. El fantasma de una conspiración contra la República Dominicana es cada vez más persistente y visible.

Cuando el funcionario Gutiérrez Félix habla de infiltración en la Cancillería, es necesario que las instancias competentes del Estado le escuchen con mucha atención y dispongan una minuciosa investigación, especialmente de parte del canciller Carlos Morales Troncoso, un hombre con amplia experiencia en asuntos de Estado y de cuyo amor por su país nadie tiene la menor duda.

-III-

A ciertos grupos haitianos les seduce la idea de hacer tensas y conflictivas las relaciones con la República Dominicana e intensificar el éxodo furtivo hacia este país. Se trata de la misma invasión pacífica de que mucho habló el extinto estadista y líder político Joaquín Balaguer. Hay dominicanos escudados en organizaciones no gubernamentales que hacen causa común con esta línea de conducta.

Cuando el funcionario Gutiérrez Félix asume la responsabilidad de la denuncia que ha hecho, es seguro que tiene como aval información de primera mano que se hace creíble por las ocurrencias que en los últimos años han estado definiendo el comportamiento de los llamados «amigos» de Haití y por la ausencia de interlocutores válidos en el lado Haitiano para abordar tópicos de interés común para ambos países.

Hay suficientes motivos para reclamar que la denuncia de Gutiérrez Félix sea investigada hasta las últimas consecuencias.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas