La depresión en adultos mayores, tratada en un libro

La depresión en adultos mayores, tratada en un libro

Muchas veces cuando las personas se sienten tristes dicen que están “deprimidas”. Pero la depresión es más que sentirse triste, es una enfermedad que puede tratarse.

Todos nos sentimos tristes en alguna ocasión. Con el pasar de los años nos hacemos mayores y las razones para deprimirnos son tan frecuentes que se suele pensar que es normal que los adultos mayores se sientan deprimidos, pero no debe de ser así.

La gerontóloga Silvia Montes Jorge dice que “la depresión no es una parte normal de envejecer, pero es común entre los adultos de 65 años de edad o mayores porque viene la etapa de jubilación, se dispone de menos dinero, se sienten molestias o dolores, representan problemas físicos, se pierde la pareja o alguien querido, e incluso puede fallecer una mascota y hasta hacer un duelo por mudanza del hogar de muchos años”.

Dice la autora del libro “Ejercita tu mente” que el cuerpo contiene sustancias químicas que ayudan a controlar nuestro temperamento y cuando  no tenemos suficiente cantidad de éstas o cuando el cerebro no responde a ellas adecuadamente podemos deprimirnos.  “La depresión puede ser genética, se puede heredar entre las familias. Asimismo el abuso de drogas o de alcohol también puede conducir a la depresión, los problemas médicos (de tiroides, cardiopatías y enfermedades del dolor y neurodegenerativas progresivas) y algunos medicamentos”.

Aclara la gerontóloga que sentir tristeza en esta etapa de la vida  es normal, pero si estos sentimientos persisten y le impiden realizar sus actividades usuales, el adulto mayor debe hablar con su médico.

Aunque la depresión es una enfermedad que no distingue entre edad y sexo, es más común en las mujeres entre los 40 y 55 años, por los cambios físicos y mentales que se experimentan en este período.

A partir de la sexta década hay propensión a generar un humor deprimido porque hay mucho tiempo libre y si no se ocupa  productivamente en un hobbie, ocio, familia y red de apoyo inmediata, puede desencadenar en un humor deprimido o trastorno depresivo.

 Para Silvia Montes Jorge lo ideal es aprender cosas nuevas (un deporte, idioma, el uso de un equipo nuevo y moderno), fomentar las reuniones familiares, las amistades, ir al teatro, al cine, salir a caminar o ir al gimnasio, conocer destinos, pero lo más importante es que sea algo que disfrute y le guste.

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Síntomas de una depresión en un adulto mayor

Lo importante es observar si no existe una causa real que generen los cambios de humor y conducta en el adulto mayor. Si persisten por un tiempo se confirma que hay una patología depresiva. “Los síntomas más comunes son: no tener interés o sentir placer al hacer las cosas que solía disfrutar.

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