La depresión navideña, un mal que  afecta a muchos en esta época

La depresión navideña, un mal que  afecta a muchos en esta época

Depresión navideña. Con este término no queremos inventar un nuevo trastorno que aparezca en los manuales psiquiátricos, pero sí  llamar la atención sobre un estado de ánimo que se desarrolla en esta época del año y que guarda mucha similitud con la depresión que todos conocemos.

Para muchos, la Navidad no representa la alegría y felicidad, sino que es  sinónimo de tristeza, soledad y nostalgia. Según un estudio publicado en la portal de Organización Mundial de la Salud www.who.int, a priori este estado es semejante a una depresión común, pero determinaremos los rasgos más característicos de este estado anímico.

Los que la padecen tienen una actitud pesimista y destructiva de la época navideña en sí, de todas las actividades que la rodean y de todas las convenciones impuestas por la sociedad para  esta época del año.

Ya sabemos que en estas fechas hay que estar con un espíritu alegre y solidario casi por imposición, pero si realmente usted  no se siente así, llegará a sentirte totalmente fuera de lugar y acrecentar esa fobia a las fiestas.

Causas más comunes.  Las causas más frecuentes para dejarse atrapar por este sentimiento de tristeza  suelen tener relación con la pérdida reciente de seres queridos, recuerdos de quien se encuentra lejos, personas que han dejado de formar parte de nuestra vida y con las que, por tanto, no se puede compartir  como de costumbre  estas fiestas tan familiares.

Por lo general solemos echar de menos a las personas que faltan y expresar con nostalgia los momentos que hemos pasado junto a ellas en navidades anteriores, al saber que no se repetirán, generamos un sentimiento que reprime nuestras ganas de pasarlo bien. Hay que intentar fomentar la sensación antagónica, es decir, alegrarnos por los que sí que están y hacen que nuestra vida sea más agradable.

Es recomendable también  reservar momentos para uno mismo, nuestra  intimidad nos ayuda a renovar energías, dese un baño relajante o practique algo de deporte.

Intente hacer balance de su  situación y sopesar los aspectos negativos y positivos, procure no cargar toda su atención en los negativos. No intente comparar su  felicidad con el resto, nadie es igual a otro.

Candidatos.  Con frecuencia caen en este estado depresivo las personas que se encuentran fuera de su hogar y no pueden celebrar con sus familiares, ya que sienten más la soledad  y les embriaga un estado de melancolía. Como siempre, se recomienda ver el lado positivo de la vida, intentar valorar todas las posibilidades que les ofrece su nueva ciudad y disfrutar con gente nueva.

Para enfrentar esta sensación, lo primero  que hay que hacer es procurar hablar de los buenos momentos del presente y los que hemos compartido con la gente que nos rodea y dejar a un lado los momentos dolorosos del pasado.

Como regalo, ¡Vivir! le deja algunas ideas de cómo  cambiar esta conducta que tan triste hace su Navidad, o por lo menos intentarlo.

Las claves

1.  Valorar lo que tenemos

Disfrutar con ello es lo más importante. Celebre la Navidad conforme a sus posibilidades, ninguna manera es mejor que otra.

2.  El factor dinero

La escasez de recursos económicos en estas fechas también puede generar  tristeza y aislamiento, al no poder hacer los regalos que deseamos, o  hacer  una  gran cena.

Recomendaciones

Le proponemos  fomentar la mentalidad positiva.  Si recuerda a seres queridos que han fallecido y quiere hablar de ello, no reprima ese sentimiento, pero intente hablar de los aspectos más positivos de su persona: cosas agradables, sobre todo los aspectos positivos que esa persona aportaba a las fiestas. Hablar sin obstáculos ayudará a que se sienta más aliviado. No olvide que todas las familias tienen problemas a los que enfrentarse y que no es la única con dificultades; expresar sus ideas y sensaciones le  ayudará.

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