La depuración del Cuerpo Diplomático y Consular

La depuración del Cuerpo Diplomático y Consular

El gobierno dominicano, a través del Ministro de Economía Planificación y Desarrollo,  Ing. Temistócles Montás, anuncia que en los próximos días se procederá a realizar la depuración del nuestro Cuerpo Diplomático y Consular.  Ha sido un reiterado reclamo de la opinión pública que se corrija lo que se conoce como súper población en el servicio exterior. El canciller  Carlos Morales Troncoso, por su parte, ha reiterado su interés en que muestro Servicio Exterior esté conformado por personas de  reconocida capacidad y dedicación, a la vez que reconoce la necesidad de revaluar el gasto público  del Estado y por ende en nuestras misiones diplomáticas.

Los gobiernos peledeístas han mantenido el criterio de que las misiones diplomáticas y consulares sirvan para premiar el trabajo político, sobre todo en aquellas localidades del exterior donde existen filiales de ese partido.  Del mismo modo el servicio exterior ha servido para complacer requerimientos políticos de aliados y amigos. ¿Qué hacer en aquellas misiones donde la filial peledeísta ejerce mucha influencia?, como es el caso de Panamá, Venezuela, España y Puerto Rico, o en las ciudades norteamericanas como New York, Miami y Boston.

El Canciller Morales Troncoso tocó el caso de los reformistas que tienen cargos en el exterior en declaraciones enfáticas, donde demostró que estos nombramientos no sobrepasan el 8% de la nómina. En cuanto a la Cancillería propiamente dicha, los cargos ocupados por los reformistas no llegan al 12%, incluyendo la amplia nómina de los adscritos.  Esto hace pensar que los recortes provenientes de la depuración anunciada se aplicarán sobre el criterio recogido de la famosa anécdota de Arturo Logroño, cuando fue sustituido como Canciller en 1937, ya que la “soga debe romperse por lo más gordo” también en esta ocasión.

Por otra parte, estamos convencidos que la reducción de nómina que se pueda lograr en la depuración contribuirá muy poco a los ajustes económicos del gobierno.  Podría servir más bien de profilaxis burocrática tendente a satisfacer las exigencias de reciprocidad de  muchos de los países receptores de nuestras misiones que frecuentemente son superiores a las de las grandes potencias mundiales.

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