La descentralización de Santo Domingo y otras divisiones territoriales

La descentralización de Santo Domingo y otras divisiones territoriales

Hace diez años una   ley redujo el Distrito Nacional a solo 100 Km² y creó la provincia de Santo Domingo, que hoy día tiene siete municipios y ocho distritos municipales.  Desde antes había un proceso de fraccionamiento  territorial en todo el país.  Es necesario establecer precisiones y diferencias,  ahora que surgen proyectos de división  un tanto mostrencas, en nombre de la descentralización.

Por razones de espacio, comento  ahora la primera.

Santo Domingo en el año 2000 tenía casi 3 millones de habitantes.  Siendo la capital de la República, es un territorio todo centro económico y cultural de la Nación,  además es ciudad con cinco siglos de historia.    Su periferia está habitada por poblaciones con identidad propia anteriormente  separadas. Algunas fueron municipios  independientes, como Villa Mella, La Victoria, Villa Duarte y Guerra, y otras grandes como Boca Chica  y Los Alcarrizos, se consideraban secciones rurales por el carácter unitario que constitucionalmente tiene el Distrito Nacional.  En su mayoría eran inmigrantes del interior del país con subculturas no identificadas con la vieja ciudad,  viviendo en suburbios arrabalizados sin centros urbanos  propios.

Mientras  en el resto del país el territorio se dividía sin orden racional, aunque con cierta  justificación, en Santo Domingo, con  el tercio de la población del país y la mitad  de su  zona urbana,  se producía el fenómeno inverso,  de concentración y fusión de las comunidades aledañas, estableciendo de paso una cierta discriminación con respecto a otras provincias.

La reforma de la demarcación estableció un Distrito Nacional, con casi de un millón de habitantes, más que Washington, capital norteamericana, y una nueva provincia, la más poblada, con cuatro municipios, los más poblados a excepción del primero y Santiago,  más Boca Chica, con un  poder municipal que concentraba antes  más  de diez mil empleados en el Centro de los Héroes y sus alrededores, dejando la periferia en abandono. Los otros tres nuevos municipios: Guerra, Los Alcarrizos y Pedro Brand, son  también comunidades con identidad propia y población considerable.

El proyecto inicial incluía a los  distritos metropolitanos, no municipales, para sectorizar grandes zonas de la ciudad con características sociales análogas, a fin de darles servicios para  facilitar  la vida cotidiana de sus habitantes.  También se preveía una mancomunidad de los municipios  del Gran Santo Domingo, incluyendo a Bajos de Haina, que es parte de la gran metrópoli,   para  que rigiera servicios que por su naturaleza no deberían dividirse, como el tránsito, la limpieza de los ríos limítrofes, los bomberos, y el manejo de los residuos sólidos y drenajes.  Infortunadamente, esta parte del proyecto fue dejada para después.

A nueve años  de su implementación, no obstante  la falta de apoyo institucional, y el personalismo de muchos  alcaldes y regidores, todos los municipios  del viejo Distrito Nacional muestran avances notables en su desarrollo urbano, organización y mantenimiento. La basura, sin dejar de ser un problema no que llenan los titulares  de la prensa como otrora  y muchos hoyos de las calles se tapan porque sus autoridades  viven en su cercanía.

A estas alturas, muy pocos dudan del acierto de esa descentralización, a excepción de uno que otro trujillista nostálgico  de la hipercentralización de antaño.  No hay vuelta atrás, así  están la gran mayoría de las grandes urbes  de América y el mundo.  Seguiremos comentando…

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