POR GERMAN MARTE
Max Puig, secretario de Medio Ambiente, advirtió ayer sobre el peligro de la desertificación en el país y explicó que la causa principal de la desaparición de los ríos no es la falta de lluvia, sino la erosión de las montañas, y precisó que para reforestar se precisa de cuantiosos recursos.

Afirmó que durante el último siglo no ha habido variaciones sustanciales en los niveles de precipitaciones sobre la República Dominicana, y sin embargo cientos de ríos y arroyos han desaparecido a consecuencia de la erosión.

El funcionario recalcó que la erosión es lo que más afecta a los ríos, «el tema es que si se destruyen los bosques, se produce erosión y la erosión es la causa principal de la desaparición de los ríos».

Explicó que al producirse la erosión, el río arrastra los sedimentos que tienen muchas materias orgánicas muchas veces desde la cima de las montañas y esta se va mezclando con otras formas de contaminación como son los desechos humanos y animales y eso va al mar y allí destruye los corales y contribuye a la destrucción de las playas.

Al participar como invitado en el Almuerzo Semanal de los Medios de Comunicación del Grupo Corripio, Puig destacó que el proceso de desertificación de las montañas es un fenómeno que ha afectado seriamente a Haití y que está afectando a la República Dominicana.

Sin embargo, señaló que hay una serie de programas para contrarrestar la desertificación de las montañas del país, algunos de los cuales están se están aplicando.

Específicamente Puig citó un proyecto para reforestar la cuenca del río Artibonito, con el concurso de Canadá y las Naciones Unidas.

Afirmó que se han hecho los estudios para frenar la desertificación de la cuenca alta del río Yaque del Sur, para proteger la Presa de Sabana Yegua. Esto se hará gracias a un acuerdo entre el Estado y la Fundación Sur Futuro; ya se han hecho todos los estudios preliminares y sólo se está a la espera de un financiamiento importante.

Dijo que además de la desaparición de los ríos motivadas por la erosión, hay otras formas de desertificación casi todas provocadas por acción humana como son la destrucción de los manglares, la destrucción de los bosques.

«Hay que ver que durante un siglo (1865-1967) en el país se destruyó la cobertura boscosa, desde 1865 hasta 1967 cuando el presidente Balaguer prohibió la tala y cerró los aserraderos y confiscó los sinfines, fueron 102 años de depredación de los bosques», expresó.

AUMENTA COBERTURA BOSCOSA

Pero no todo está perdido, durante los últimos 30 años el país no ha dejado de reforestar, bien o mal, pero se ha hecho, resalta el secretario de Medioambiente.

Y en este sentido indicó que en los últimos años el país ha visto aumentar su cobertura boscosa en los últimos diez años, a pesar de que a nivel global está ocurriendo lo contrario.

«Hemos pasado de un 29 al 33% de la cobertura boscosa» dijo Puig citando datos del 2002.

Dijo que en este logro influyó mucho el esfuerzo de Quisqueya Verde, que en su opinión fue decisivo no sólo en lo que produjo, sino en el cambio de conciencia.

Puig subrayó que la reforestación es un proceso costoso y no se limita a la visión romántica de un niño que va y siembra un árbol, sino que hay que sembrar las especies adecuadas en el tiempo adecuado y disponer de los estudios técnicos.

«Cuesta más cuidar el árbol después de sembrado, que ir a sembrarlo, porque se trata de un cuidado continuo», expresó Puig.

Empero, adujo que proteger la naturaleza es la mejor inversión que puede hacer una sociedad. 

Destacó que a pesar de que el país ha perdido importantes causes de agua, todavía dispone de agua suficiente, que bien utilizada todavía puede servir las necesidades del país.

«República Dominicana es uno de los países del mundo que más agua desperdicia, o sea de mayor consumo por persona», destacó Puig.

En promedio, cada dominicano consume el doble del agua que gasta un norteamericano o un europeo.

Puig señaló, asimismo, que el país cuenta con mucho agua, pero no es agua de calidad, y en este sentido citó una información aparecida ayer en este diario que daba cuenta de que el 70% de los acueductos de INAPA sirven agua no potable.

Consideró absurdo que el país gaste tanto dinero en producir agua no potable.

ISLA ARTIFICIAL

Sobre la idea de crear una isla artificial frente al malecón, Max Puig dijo que los promotores del proyecto, entre los que citó a los arquitectos Bofil y Borrel y el ingeniero Eulogio Santaella, visitaron su despacho y le expusieron la idea e indagaron sobre los requisitos necesarios para elaborar los estudios de impacto ambiental.

Dijo que desde el punto de vista de la secretaría que encabeza lo que ha habido ha sido no  más que una declaración de intención y la empresa que se encargue del proyecto tendrá realizar los estudios, contratar los consultores en materia de impacto ambiental y cuando se tengan los estudios de lugar, deberán volver a la Secretaría de Medioambiente para que de nuevo se hagan los estudios de impacto ambiental que requiere ese tipo de obra.

Indicó que actualmente desde el punto de vista de Medioambiente el proyecto apenas está en su fase preliminar, pero que cuando se presente formalmente será tratado en igualdad de condiciones que las otras propuestas que recibe esa dependencia.

Y a propósito del espaldarazo dado al proyecto por el presidente Leonel Fernández durante su reciente visita a España, Puig dijo que el hecho de que el mandatario manifieste su simpatía con una idea no obvia la necesidad de realizar un estudio de impacto ambiental como está establecido en la ley, «de todas maneras hay cumplir con todos los requisitos», recalcó.

Advirtió que toda obra produce un impacto en el medioambiente, por tanto de lo que se trata es de reducir al mínimo ese impacto.