Desde el inicio de los tiempos, la mujer ha tenido su rol marcado: procrear y cuidar a la familia.
Sin embargo, diversas mujeres han roto con esos parámetros preestablecidos por un sistema patriarcal.
Años atrás era impensable que una mujer pudiera ocupar puestos importantes en la toma de decisiones. Hoy, diversos países cuentan con una cuota femenina en sus puestos de relevancia.
Sin embargo, en el mundo de la literatura, en el cual las mujeres han incursionado desde tiempos inmemoriales, se han visto en la necesidad de incluso sacrificar sus méritos ganados a pulso, recurriendo a seudónimos masculinos para poder vender.
Así lo especifica la catedrática colombiana Yamile Silva, quien asegura que aún existen diferencias notables con relación al hombre en cuanto a literatura se refiere.
“Después de los años 80 hemos logrado avances, pero aún falta mucho por hacer; se ha incluido voces femeninas dentro del canon, pero aún falta un largo camino para lograr la completa inclusión de las mujeres en el mundo literario”, aseguró.
Dijo que una de las tantas trabas que encuentran las mujeres a la hora de publicar sus obras es que todavía la industria editorial no reconoce el número de mujeres que publican por países.
Citó el caso de Colombia, país que recientemente estuvo invitado a la Feria del Libro de Francia: fueron invitados 30 hombres ¡y apenas una mujer!
Atribuyó esta situación al sistema patriarcal y a que es complicado cambiar la mentalidad de las personas.
“Es difícil buscar participación, es difícil luchar con los sistemas de producción”, lamentó.
Ella, quien se encuentra en el país para participar en el XXVII Congreso Anual de la Asociación Internacional de Literatura y Cultura Femenina Hispánica, dijo que es necesario crear más cátedras donde se incluyan obras de autoras, así como espacios donde sea posible publicarlas, publicitarlas, abrir más espacios públicos donde haya mujeres representándonos en los estamentos políticos.
“No logramos llegar al poder, son contados los casos de presidentas, alcaldesas… son mínimos, se cuentan con los dedos de las manos”, Insistió.
Diferencia salarial. Para Silva, la calidad de las obras escritas por mujeres es igual o mejor que las escritas por hombres.
“Hay que leerlas, hay que darse cuenta de su calidad, lo que pasa es que hemos asumido que ciertas mujeres publican y que no lo hacen con la misma calidad de los hombres. Eso está en el imaginario”
La brecha salarial es otra de las diferencias que afecta a las mujeres que deciden incursionar en el mundo literario.
“Suena descabellado que todavía en el 2017 las mujeres estemos luchando por una igualdad salarial. Las escritoras ganan menos que los hombres que escriben”, enfatizó.
Literatura femenina dominicana. La catedrática, quien además tienen un doctorado en Literaturas y Culturas Hispanas, dijo que en el país se está publicando bastante y que las mujeres de la diáspora dominicana están poniendo un listón muy alto en la calidad de la literatura local.
“La mujer dominicana se ha dado cuenta de la oralidad y la capacidad que tiene”, especificó.
Sobre las grandes de la literatura dominicana, mencionó la lucha de Salomé Ureña para que las mujeres tuvieran acceso a espacios más allá del hogar.
Al hablar de escritoras dominicanas de este tiempo, mencionó a Ylonka Nacidit-Perdomo y Jeannette Miller, entre otras.
Concluyó diciendo que es necesario que se publique más, que se lea más a las mujeres. Esto rompería con los ideas erradas.