La desnacionalización

La desnacionalización

Cuando se fueron las tropas norteamericanas en 1924 nos dejaron una guardia a su imagen y semejanza: uniformes, polainas, sombreros, en el inicio de la desnacionalización, programa que no ha concluido.

Don Ramón Emilio Jiménez, maestro, quien ocupó todos los niveles de la carrera de educación, produjo un conjunto de poemas, adornados luego por inspiradas composiciones de distinguidos músicos que compartieron con el amor a la Patria.

Durante décadas los niños fuimos enseñados a amar nuestro país a través de canciones compuestas a partir de poemas que cantaban desde los nombres de las aves del país hasta las frutas y frutos propios de nuestra tierra. Así nos enseñaron el patriotismo: cantando las glorias de nuestros grandes independentistas y restauradores, así nos enseñaron geografía, así nos inculcaron el amor a la floresta, nos ensenaron que no hay Patria sin Historia, sin hombres, sin árboles, sin flores, frutas, frutos, aves.

El primer bombazo vino con el Punto IV, de 1947, programa de Estados Unidos para iniciar la desnacionalización de la enseñanza al introducir en las escuelas bailes y juegos típicos de los norteamericanos y darnos clases de inglés enseñándonos a memorizar el himno de los marines, que glorifica invasiones como las que habíamos sufrido en 1916.

El canto a la Bandera, la reverencia al Himno Nacional, las canciones que exaltaban las glorias y las gestas de Juan Pablo Duarte, Matías Ramón Mella, Francisco Sánchez del Rosario, formaron el amor a la Patria, junto a los modelos de conducta que nos servían de ejemplo: madres, padres, maestros, sacerdotes.

Lamentablemente la supremacía de los valores requiere de una práctica diaria que contribuya a mantener una conducta acorde con los principios morales.

De una y otra forma los dominicanos somos empujados, con intentos de arrinconarnos, fin de que aceptemos que nos desmiembren en un esfuerzo por vencernos, como actúa el ratón cuando pelea con un cangrejo y lo inutiliza quitándole las patas para luego cargar con el cascarón.

Luego de la Guerra de Abril de 1965 el esfuerzo de desnacionalización continuó cuando las tropas norteamericanas, que nos volvieron a ocupar en 1965, dejaron un legado maldito: la popularización del uso de drogas.

La muerte de Trujillo produjo una confusión donde ganaron los que prohijaban el desorden. En el caos siempre ganan los que tienen algo que perder, aquellos a quienes no les preocupan patrias ni banderas, esos que tienen recursos invertidos aquí y allá por si algún día tienen que salir huyendo.

La escalada desnacionalizante intenta llevarse la memoria histórica nacional con el cambio de fecha del 27 de Febrero, del 16 de Agosto, el Día de la Constitución.

¿Hasta cuándo vamos a soportar este permanente intento de borrar nuestra memoria histórica?

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