La despedida del reformismo

La despedida del reformismo

Los despojos del reformismo quedaron diseminados por el territorio nacional, después de su poco elegante comportamiento electoral del pasado domingo 16, donde su bajo índice de votos reveló cómo la maquinaria política creada por el doctor Balaguer es ya historia.

El escaso porcentaje de votos obtenidos, después de una incidentada candidatura de un hombre que fue catapulteado a un liderazgo para el cual no estaba preparado, demostró de cómo las fuerzas de los intereses estuvieron a la orden del día, para los que necesitaban de nuevo disfrutar de las mieles del poder, aún cuando fuera como comparsa de otras fuerzas mayoritarias como las del PLD o del PRD.

Indudablemente que la adhesión a la candidatura triunfante peledeísta, de varios dirigentes reformistas, y la concibieron como ganadora, fue un detonante severo que redujo la posibilidades del ingeniero Estrella de hacer un buen papel. Se veía como en cada encuesta su aceptación en la intención del voto se desmoronaba rápidamente, después de haber tenido en un momento dado mayor puntaje que la del PRD.

El hecho de que la candidatura reformista no superara el 10% de los votos emitidos demostró que al ingeniero Estrella lo sacrificaron gentes más hábiles y necesitadas de estar cerca del poder, que en 1996, no pudieron disfrutarlo, pero esta vez, después de haber estado 8 años fuera del pastel gubernamental, necesitaban algo de la cuota de poder para sentirse que políticamente eran útiles y que podrían de nuevo dispensar favores.

El reformismo, como tal, ha jugado su ultima carta electoral. De ahora en adelante deberá refundarse bajo otras consideraciones ideológicas, cuando tiene de frente a dos partidos populares y mayoritarios de una misma raíz, que han acaparado toda la atención nacional, aun cuando uno de ellos necesitará de una reingeniería severa y profiláctica, que le devuelva el favor perdido en las elecciones pasadas, cuando el reeleccionismo fue repudiado con tanta energía en las urnas.

El reformismo, como fuerza de centro o conservadora, pudiera tener una importancia capital para el futuro si sus dirigentes comprendieran el reto de redefinirse en un mundo globalizado y lleno de imponderables, cuando el tratado de libre comercio pudiera ser beneficioso, pero también de muchas dificultades que necesitarán de fuerzas políticas responsables y confiables en el mundo empresarial para enfrentar con éxito las exigencias de una sociedad organizada y preparada técnicamente, que no debe estar coqueteando con doctrinas ya caducas, y enterradas por la historia, a finales del siglo XX.

El doctor Balaguer, cuando le dio paso al reformismo, después de su partido de Acción Social, tuvo la visión de una maquinaria electoral hecha a su medida que con su carisma y liderazgo, la mantuvo vigente el tiempo que el quiso para utilizarla en tiempos de elecciones y servir de catapulta a su proyecto del ejercicio de poder permanente, como ningún civilista lo había hecho en el país.

Así mismo, el doctor Balaguer, estructuró un equipo humano lleno de intelectuales y de capacidad, pero también supo darle cabida a quienes buscaban grandes beneficios, que ahora salieron a relucir, ya fuera para apoyar tímidamente al ingeniero Estrella, o volcarse generosamente en la candidatura triunfante del peledeísmo. De ahí que los cuadros reformistas, que apoyaron al peledeísmo han quemado su etapa histórica, al igual que otros dirigentes perredeístas que apoyaron la reelección, después de haberla combatido tan tenazmente.

En el país, la masa silente, necesita de una voz que la represente, y eso era lo que el doctor Balaguer explotaba tan hábilmente, que siempre se hablaba que poseía unos 450 mil votos cautivos. Ahora, esa masa, apoyó con entusiasmo y esperanza al doctor Leonel Fernández, para poder sacudirse de la pesadilla blanca que ha destruido al país, pero esa masa tiene en sus aspiraciones buscar una orientación más centrista y hasta conservadora, que le permita conservar en su recuerdo las administraciones balagueristas de pleno desarrollo, mucho empleo y paz social.

En consecuencia el reformismo debería surgir de sus cenizas en el mundo globalizado en que las mentes liberales o de tendencias izquierdistas, estarían desfasadas de la realidad global, que exige una sociedad bien preparada para hacerle el frente a los retos de desarrollarse y enfrentar con éxito la apertura exterior de los mercados.

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