La Despensa de Kiko Casals

La Despensa de Kiko Casals

Créanme si les digo que no hay mejor manera de empezar el día que con un buen batido de lechosa. Háganme caso, blindarán su corazón, se cargarán de minerales y rebosarán vitaminas (con más del tipo C que las propias naranjas), pero además, evitará gastritis y ayudará a su estómago a realizar la ardua tarea de la digestión.

Yo lo aprendí de un sabio, el gran Lechosa John, quien desde su tiendita de Paia (en Maui), expone al mundo las beneficiosas propiedades de esta fruta. Él solo vende lechosa y productos derivados de ella, y te recibe con su inefable sonrisa y su célebre frase: “A Papaya a day keeps the doctor Hawai” (Una lechosa al día mantiene al doctor en la lejanía).

Hoy voy a proponerles un delicioso postre a base de la clásica combinación de lechosa y naranja. Aunque no lo terminaremos aquí, sino que lo uniremos al embriagador perfume de la vainilla con una técnica, la de la crema montada,  que les permitirá variar la famosa chantilly con un sinfín de aromáticas posibilidades.

Pero no quiero dejarles sin alimentarles también el espíritu con una triste historia de amor. La célebre leyenda chilena que relata cómo durante la conquista, un capitán español cayó perdidamente enamorado de la hija del jefe de la tribu del Valle de Elqui. Siendo rechazado su amor por toda la comunidad, y víctima de los celos, un indio decidió terminar la relación. Así que una tarde, cuando la romántica pareja paseaba por la orilla del río, atacó al joven capitán propinándole tal mazazo que terminó con su vida en el acto. La bella indiecita intentando proteger a su amor, fue víctima de él y así quedaron los dos cuerpos a un lado del trecho del río Elqui.

Cuenta la leyenda que en ese mismo lugar de la tragedia al poco tiempo creció una matita, que a los meses se convirtió en árbol, y con el tiempo formó un fruto. Cuando maduró tenía la forma de lágrima y era amarillo como el oro. Este fruto, la lechosa, fue denominado “lágrima de oro” y se multiplicó tanto como el amor de la desdichada pareja ………… que lo disfruten!

La Propuesta de Hoy…

Galleta Crujiente de Naranja con Lechosa y Crema montada de Vainilla.

Necesitaremos (para 4 personas):

Para la Galleta:

½ taza mantequilla pomada,

1 taza de azúcar glass

1 cucharada de harina

½ taza de zumo de naranja.

Para el Relleno de la Galleta:

½ libra de lechosa cortada en pequeños cuadraditos

Pimienta rosa al gusto.

Para la Crema montada de Vainilla:

2 tazas de nata líquida

3 yemas de huevo

2 cucharadas de azúcar

1 cucharada de café de esencia de vainilla.

Lo haremos de la siguiente forma:

Para la galleta:

Juntamos todos los ingredientes en una batidora. Los mezclamos bien a velocidad media. Untamos la placa de horno (camisar) con mantequilla y espolvoreamos con harina. Estiramos la masa sobre la placa y la horneamos a 150º (el número 6). Cuando la galleta esté bien dorada la sacamos del horno y recortamos en rectángulos con un cuchillo bien afilado. En caliente le damos forma de tubo y lo dejamos enfriar, momento en el que quedará bien crujiente. Si no lo vamos a usar al momento lo guardamos en un recipiente tapado y hermético, ya que la humedad nos ablandaría la galleta.

Para la Crema montada de Vainilla:

Calentamos la nata líquida en un cazo hasta que casi hierva (debemos de ir con mucho cuidado que no se pegue). En un bol batimos las yemas con el azúcar y añadimos la nata líquida muy caliente. Lo volvemos al fuego y calentamos sin parar de remover hasta que espese. La continuamos removiendo fuera del fuego, añadimos la cucharadita de esencia de vainilla y la enfriamos en nevera un mínimo de 12 horas. En el momento de terminar el plato batir hasta montar como si de nata se tratara.

Cuando vayamos a montar el plato, colocamos la galleta crujiente y la rellenamos de la lechosa cortada a cuadraditos pequeños. Intercalamos 5 ó 6 bayas de pimienta rosa entre la lechosa (no más o tomaría demasiado protagonismo en el plato) y terminamos de llenar la galleta con la crema montada de vainilla.

Y Recuerde…

La Vainilla: es el fruto de una especie de orquídea que crece en regiones cálidas y húmedas. Su nombre le pusieron los españoles debido a su parecido con la funda de las espadas. Para que la vainilla adquiera ese fantástico perfume tiene que someterse a un apasionante proceso de fermentación llamado “beneficiado” que otro día les comentaré ampliamente.

La Pimienta Rosa: La pimienta rosa en realidad no es una pimienta, aunque tiene un aroma, sabor y tamaño similar a la de esta especia. Son unas bayas rosadas y blandas que tienen un sabor resinoso, picante y, al mismo tiempo ligeramente dulce. Sin embargo, su valor culinario es principalmente visual. Son idóneas como aderezo y para dar un sabor muy especial a salsas claras, así como a muchos platos de carne y pescado. En cantidades grandes las bayas pueden ser tóxicas, así que utilicémoslas con mucho cuidado.

Es noticia

Los amantes de la pasta disfrutarán mucho con este producto de +D2, perfecto para aquellos que no pueden prestarle toda la atención que quieren a su cocina, hacen varias cosas al mismo momento y necesitan un temporizador a la hora de preparar la pasta.

El temporizador se llama Al Dente, y le avisará de una forma original de cuando está la pasta…… ¡con ópera!

Para utilizarlo, introducimos a nuestro pequeño cantante en la olla con agua hirviendo, en ese momento capta la temperatura del interior con un sensor y empieza a contar hasta el momento de empezar a “cantar”.

Cuando pasan 7 minutos canta la marcha triunfal de Aida, después de 9 minutos los coros de the Hebrew Slaves de Nabucco, y a los 11 minutos La Donna e Mobile de Rigoletto, así sabrá cuando la pasta está en su punto sin tener que probarla.

Para apagarlo sólo tiene que meterlo en el congelador o mojarlo durante algunos segundos con agua fría.

Vocabulario Gastronómico

Mantequilla pomada: Es la misma mantequilla que al estar a temperatura ambiente logra una textura ideal para trabajarla, integrándola fácilmente a la preparación que vamos a realizar. Está fría pero maleable con una temperatura aproximada de 24º o 25º.

Se la llama así (mantequilla pomada) porque su textura es similar a una pomada o a una crema.

Azúcar Glass: Es una sacarosa (como el azúcar blanco) que en su proceso de elaboración ha sido triturado muy finamente hasta convertirlo en polvo. Su utilización es muy adecuada en pastelería ya que al ser partículas extremadamente pequeñas se disuelven muy fácilmente.

Camisar: Forrar un molde o una placa (como en nuestro caso) con una determinada sustancia o producto para evitar que se pegue  la masa que vamos a cocer. Se camisa en la mayoría de casos con mantequilla y harina, aunque también se puede camisar con glucosa, como en el caso del tocinillo de cielo.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas