En el conversatorio con los candidatos, el Conep dijo que las finanzas públicas no aguantaban más deuda, que se necesitaba una reforma para equilibrar las cuentas.
Lo que es cierto, la deuda del sector público no financiero ascendía a US$24,798.5 millones a febrero de 2016, equivalente a 36.7% del PIB.
La aumenta el déficit fiscal, que se elimina de diferentes maneras, dependiendo del objetivo. Como somos los campeones en inequidad, prefiero la que mejora la distribución de ingresos, la que reduce la recaudación indirecta, del total representa 63%, y aumenta la directa, el ingreso y el patrimonio aportan solo 37%. Una buena reforma intercambia las participaciones en el mediano plazo.
Podría seguirse al Directorio Ejecutivo del FMI, que con motivo de la consulta del Artículo IV correspondiente a 2014, nos recomendó “eliminar el déficit del sector público no financiero en un periodo de tres años, reducir las exenciones impositivas, apretar los controles del gasto público y restringir las transferencias
En otras palabras, que descontinuemos la práctica de gastar más de lo que ingresa al Fisco, de financiar la brecha con nueva deuda. Lo malo es que hemos mantenido los déficits, promedió 2.5% del PIB, acumulado RD$147,171 millones, en los años 2014 y 2015. La deuda neta aumento US$1,595 millones. En 2016 los hechos no son diferentes, el déficit fiscal será de 2.4% del PIB, el monto de RD$75,893.5 millones.
Para pagar los intereses, que totalizan US$97,441,076, un 3.09% del PIB, el Gobierno se endeudará, por ser insuficiente la diferencia entre ingresos y gastos, apenas RD$21,874 millones, un 0.69% del PIB.
La deuda acumulada, que para el presupuesto pesa como una losa de hormigón, es una parte de la explicación del monto de los intereses del 2016, que se multiplicaron cuatro veces y media desde 2007. La otra explicación es el interés promedio que paga el Gobierno, de 5.2% sobre la deuda externa y 12.1% la interna. Combinados, deuda e interés, complican el manejo del presupuesto. Para los que no acaban de entender les digo que si el interés promedio aumenta, por ejemplo, en un punto porcentual, para pagar los intereses se tendría que buscar adicionalmente once mil millones de pesos. Y mucho más si el aumento es de dos o tres puntos porcentuales, porque no hay que ser experto para saber que a mayor tasa promedio de interés, superior el pago de intereses y del superávit primario requerido para evitar aumento de la deuda.
Y como es seguro que subirá el interés promedio, lo que nadie puede decir es cuándo y en cuánto, lo prudente es ponernos de acuerdo sobre la reforma fiscal que conviene para reducir la deuda. No se sabe cuándo aumentará por la “divergencia de políticas monetarias” entre la Reserva Federal, el BCE y el Banco de Japón.
Mientras el primero retiró los estímulos monetarios y comenzó a subir su tasa de interés, los otros dos bancos mantienen programas de compras de activos, con tipos de interés en terreno negativo. Pero tarde o temprano la política monetaria se “normalizará” y las tasas de interés regresarán (aumentarán) a los niveles que existían anteriores a la crisis financiera de 2008.