POR FAUSTO ADAMES
Dos factores muy nocivos, que combinados han sido desastrosos para la economía, como fueron el resultado de la crisis bancaria y el colapso en las obligaciones de pago del país, agravados por el rescate de los bancos,  han contraído la economía a tal punto que la deuda pública terminará en un 53% del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con las proyecciones económicas del Banco Central.

Es decir, que si el 2003 fue el peor de los años en materia económica, el presente también será un mal año por la secuela de hechos funestos que, como la cola de un cometa, el país ha arrastrado desde el año pasado.

DETERIORO DE INDICADORES

Esto se refleja en que hasta la inversión extranjera caerá en 35.31%, puesto que se prevé un descenso de los US$1,011 millones obtenidos por este concepto en el 2003, a los US$654 millones que se lograrán al final de año.

Pero eso no es todo, porque se espera también  un descenso de un 58.9% en la frágil, pero peligrosa cuenta de capital y financiera, puesto que el Banco central prevé que esta bajará de los US$2,004 millones a los US$835 millones en el período estudiado.

Otro dato digno de estudiar es el descenso de otros capitales, incluyendo errores y omisiones, que para el 2003 alcanzó la cifra récord de US$3,302 millones, en este año se situará en los US$1,720 millones.

LA ÚNICA POSITIVA

De todas estas proyecciones funestas, la única que proporciona un poco de alivio es el descenso en el nivel de inflación, el cual se reducirá en un 43% al finalizar el año, al bajar de un 65% en que se situó el año pasado, al 37% proyectado por el Banco Central.

Esto datos fueron revelados por el Banco Central en su presentación a los tenedores de Bonos.

ORÍGENES DE LA CRISIS

Según este informe, para el 2003 la República Dominicana fue golpeada por una crisis económica severa, de la cual se está apenas recuperando.

 Esta crisis fue el resultado de una combinación de factores, tanto internos como externos, principalmente por el colapso de una serie de importantes bancos nacionales, lo que forzó al gobierno a intervenirlos a un costo fiscal considerable para evitar una crisis sistémica.

Además, por condiciones externas adversas, que  se presentaron en la forma del decrecimiento de las economías norteamericana y Europea, como también el incremento de los precios del petróleo.

Según el informe del Bancentral, el colapso de los bancos nacionales llevó al país a una corrida en los depósitos de los bancos comerciales, pues se perdió  la confianza de los depositantes en el sistema.

Esta huida de depósitos hizo que se pronunciara aún más la crisis bancaria, que se tradujo en una fuga masiva de capitales en toda la economía.

Luego ocurrió el vaciado de las reservas internacionales del Banco Central para enfrentar la crisis, hecho que puso presión en el tipo de cambio, el cual se incrementó de un averaje de RD$17.6 por US$1.00 durante diciembre del 2002 a RD$49.2 por US$1.00 en febrero del 2004.

También, la inflación creció drásticamente como consecuencia directa del incremento en la tasa de cambio, llegando a situarse hasta el 65% en su promedio de 12 meses a mayo del 2004, mes en que la tasa de los certificados de participación del Banco Central alcanzaron niveles de  más del 55%.

También, el colapso resultante de las demandas domésticas contrajo las finanzas públicas, que estaban al momento debilitadas por el rescate bancario, el cual provocó que la deuda pública se duplicará a cerca de 55% del Producto Interno Bruto (PIB).

CLUB DE PARÍS

Después, enfrentado a un severo constreñimiento de recursos, el país tuvo que acercarse al Club de París en abril del 2004, para lograr un pedido de alivio de la deuda, en el contexto de la firma del programa Stand-by con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El acuerdo resultante logró la reestructuración de atrasos acumulados en el 2003 y  de los compromisos de pagos pautados para el 2004 sobre la base de un período de doce años, con seis años de gracia.

También, el acuerdo ha provisto al país de un alivio de pagos de dinero de cerca de US$200 millones en el 2004, y ha extendido el tiempo promedio del tratado de deuda a casi diez años.

Este respiro provisto por el Club de París ha sido crucial en los esfuerzos del Gobierno para conseguir brechas de financiamiento externos y recursos fiscales para este año.

 El acuerdo también incluye una cláusula de Comparabilidad de Tratamiento, obligando a la República Dominicana a buscar otros pedidos de alivio de deuda con otros organismos crediticios.

DESARROLLO ECONÓMICO RECIENTE

A pesar de todas estas noticias funestas, en los últimos seis meses, un grado de estabilidad ha vuelto al panorama macroeconómico, como se ha demostrado en las variables claves de la economía, sostiene el informe del BC.

Esta estabilidad comenzó a producirse con el exitoso resultado del proceso electoral en mayo y su momento culminante ha sido el envío al Congreso en julio, de un paquete de ajuste fiscal de emergencia, formulado por el nuevo Gobierno elegido del presidente Fernández. El paquete recibió su aprobación en octubre.

La naciente recuperación de la confianza es más obvia en el tipo de cambio, que ha bajado hasta estabilizarse en alrededor de los RD$30 por US$1.00.

También, la inflación ha caído por el orden de 15 puntos porcentuales de su más alto nivel  a solo el 45% en un período de 12 meses.

Por ello, el Banco Central está ahora en la capacidad de colocar certificados de participación a más largo plazo y a tasas anuales de aproximadamente 25%.

 A pesar de todo esto, la recuperación sigue siendo frágil y el gobierno continúa enfrentando  desafíos considerables, advierte el informe del Banco Central.