La devaluación deprime al sector educativo

La devaluación deprime al sector educativo

Su pronunciada delgadez sugiere un estricto régimen dietético, ejercicios, la disciplina de quien cultiva el ballet o el modelaje. Leyendo en un banco, la joven espera el reinicio de clases en una arbolada explanada de la universidad estatal. Acaba de almorzar, frutas y agua, no más.

¿Dieta?, inquirimos –No, necesidad, responde Alina, estudiante de alta talla y ademanes felinos. Tiene 19 años, se sabe bien dotada y no reniega del mundo de la moda y la belleza, pero su vocación se enfiló por las leyes y, venciendo la adversidad, cada vez más erizada, cursa el segundo cuatrimestre de Derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (Uasd), albergue de 125 mil estudiantes, el 43% de un total de 290 mil que componen la matrícula universitaria nacional.

Con voz queda, relata los avatares sorteados para estudiar, por la persistencia de una de las más agudas crisis económicas que vive el país, las que históricamente han deprimido el sector educativo y provocado una alta deserción profesoral y estudiantil.

Esa mañana salió temprano de su casa en Herrera, con RD$50 que le dio su madre para pasaje y comida. En ayunas, permanece en clases hasta el mediodía, en el almuerzo gasta RD$5 en una botellita de agua y RD$20 en ensalada de frutas, única ingesta en todo el día. El resto se irá en regresar a su casa hambrienta al atardecer.

¿Cenará en el hogar? No lo sabe, la cena es una de las drásticas supresiones que en la alimentación hace su madre, profesora de primaria, desde que se desatara la inflación que comprime aún más el salario de un maestro o maestra de escuelas.

Por una tanda en educación básica devengan de RD$3,600 a RD$4,200 mensuales, más los incentivos que elevan el máximo a RD$5 mil y RD$6 mil, dependiendo de si tiene título o no y de los años de servicio. Magro ingreso que se reduce con los descuentos de la seguridad social y préstamos de la cooperativa, y al que la inflación arrancará este año entre 35 y 42%.

Los sueldos en la enseñanza media, de RD$8 mil al mes, podrían llegar con los incentivos a RD$10 mil, cuyo valor real desciende este año a RD$6,500, con la proyectada tasa inflacionaria de 35%, o a RD$5,800 si fuera de 42%.

Alina es la segunda de los tres vástagos, dos hembras y un varón, de esta profesora que para compensar su devaluado salario, lleva un san, vende ropa y productos de belleza, presta dinero cuando consigue un crédito en la cooperativa de maestros. En adición, cocina, lava, plancha, realiza un postgrado en la Uasd para obtener el título de maestra, un requisito legal, pues de lo contrario en breve plazo sería desplazada.

–Mi mamá es maestra con una tanda, papá es militar, pero usted sabe cómo son los militares con las mujeres, no vive con nosotros, hay muchos problemas.

El padre, con más de una familia, aporta RD$3 mil mensuales, y con la inflación la maestra y su prole han visto el empobrecimiento del hogar, constreñirse los gastos en alimentación y salud, eliminar la compra de ropa y zapatos, entre otros artículos vitales.

–En mi casa sólo se hace la comida del mediodía, ni desayuno ni cena, ni al perro le cocinamos, siempre le hacíamos harina y pica-pica, le buscamos comida en otras casas. Antes mamá nos preguntaba a cada uno, qué tú quieres, ahora no.

Para Alina, su madre es extraordinaria, incansable. –Es muy activa, antes no le faltaba dinero con la venta de productos de Jaffra o Avon, pero no se está vendiendo.

No es una excepción, como en otras profesiones, maestros y maestras sobreviven con actividades ajenas al magisterio, dando muestras de gran creatividad en la búsqueda de nuevas fuentes de ingresos. Pero cuando esto se hace en detrimento del tiempo de clases, degradan la calidad de la docencia.

En el deprimido sector educativo las condiciones laborales son dramáticas, ni siquiera con dos tandas logran un ingreso decente, como también ocurre con profesores universitarios, aunque principalmente de la Uasd, donde es muy difícil atraer a la cátedra a profesionales competentes que ganan diez o doce veces más.

[b]CAPACITACIÓN DEL PERSONAL[/b]

Superada la crisis educacional de 1990-1991, la secretaría de Educación formó un eficiente equipo técnico con maestrías y mucha experiencia, al que mejoraron sus sueldos. Pero al deteriorarse actualmente los salarios con la devaluación, podría perderse la calidad de los educadores, como ocurrió en los ochenta, que los más preparados emigraron al sector privado o desertaron del magisterio.

Si bien el profesorado siempre ha estado mal pagado, con la mejoría introducida entonces retornó el interés por la pedagogía, elevándose en el 2002 la matrícula universitaria en esa disciplina a 58,498, seguida de Derecho, Mercadeo, Contabilidad, informática, Administración y Medicina.

Asombra esa cifra récord, dado que a principios del noventa, cuando la educación colapsó, cerraron escuelas de pedagogía por falta de alumnos. El incremento derivó del apoyo oficial mediante proyectos financiados por organismos internacionales para costear la educación magisterial.

La capacitación profesoral baja con la inflación. Algunos docentes cubren sus gastos para llenar el requisito legal del título, pero el desmedido aumento de los gastos familiares podría absorber el dinero destinado a su formación. En su mayoría son sabatinos, como la madre de Alina, y estudian con suma precariedad, luego de agotar una semana de trabajo, mañana, tarde y noche, con dos y hasta tres tandas.

Con la crisis económica se perfila un sector educativo más deprimido, no sólo en sueldos, también en el gasto corriente para reparación y construcción de escuelas, materiales y suministros, en momentos en que niños y niñas reciben docencia bajo un árbol y a muchas aulas no llega siquiera tiza e insumos de limpieza.

El valor real del presupuesto de Educación en este año, con un monto nominal de RD$11,029 millones, se reducirá a RD$7,169 millones si la inflación es de 35%, y a RD$6,397 millones si es de 42%. Un poder adquisitivo muy inferior al del presupuesto del 2002, de RD$10,848 millones, al que la inflación de 10.5% limitó su valor real a RD$9,709 millones.

Además de devaluado, el presupuesto no se ejecuta en su totalidad, como ocurrió los últimos años, inclusive en el período 1996-2001, cuando el Estado dispuso de cuantiosos recursos.

[b]POSTGRADO Y MAESTRÍA[/b]

Entre los profesores universitarios crece la participación en postgrados, pero es aún ínfima en maestrías. De una matrícula en educación superior de 286 mil estudiantes el año pasado, 9 mil correspondían a postgrados y apenas el 4% a maestrías.

En vez de subir, la matrícula podría bajar, debido a los recortes presupuestarios que impone la crisis económica. Las maestrías son muy costosas, sobre los US$30 mil en universidades del exterior, y más de RD$200 mil en las nacionales, lo que supone erogar RD$100 mil anuales para una de dos años.

Más que de la formación de sus profesores, Alina se queja de las frecuentes ausencias y de los cursos apiñados, que rebosan con 70 y 80 estudiantes, dificultando el aprendizaje. En la Uasd, caracterizada por un acentuado grado de ineficiencia que le impide administrar mejor los recursos, persiste un permanente entaponamiento de estudiantes, ingresan muchos y salen pocos, abultándose la matrícula.

A sus aulas recalan los que no pueden pagar una universidad privada, con tarifas altísimas, al igual que los colegios, desde antes de asimilar el alza derivada de la devaluación: una licenciatura en la PCMM promediaba alrededor de RD$150 mil; en Unibe, RD$180 mil; Intec, RD$95 mil; Unapec, de RD$85 mil a RD$90 mil; Utesa, entre RD$40 mil y RD$44 mil, y en O & M, RD$36 mil y RD$37 mil, nutridas estas dos últimas con estudiantes de escasos recursos que no desean ingresar a la Uasd.

Las tarifas han subido, una carrera en Unibe, por ejemplo, fluctúa entre RD$200 mil y RD$220 mil, mientras en la O & M el máximo subió a RD$40 mil.

Una opción muy socorrida en las universidades privadas para abaratar costos es seleccionar pocas materias, aunque algunas exigen el pago del cuatrimestre completo. Hay estudiantes que no pudieron matricularse por la crisis, que de persistir, los expondría a tener que desertar.

[b]CRÉDITO EDUCATIVO[/b]

Con el aumento de las tarifas universitarias, se reduce el financiamiento que otorga la Fundación de Crédito Educativo (Fundapec), debido a que con el mismo dinero que hace tres años cubría tres estudiantes, ahora sólo abarca uno.

Decrece a un tercio la cantidad de beneficiarios de un financiamiento limitado, pues en el país no hay tradición de dedicar recursos estatales al crédito educativo, ni siquiera como un fondo rotatorio que periódicamente haga aportes.

Fundapec, única en su género, se alimenta básicamente del cobro de su cartera. Pero, el pago se dificulta, se efectúa al término de la carrera, y en ese tiempo los intereses acumulados sitúan las cuotas muy por encima de las posibilidades de los deudores, representando una proporción muy alta de los sueldos prevalecientes en el mercado laboral, bastante bajos.

Además de constreñir el financiamiento y elevar las tarifas universitarias, la crisis afecta a la educación por el alza en los libros. El país carece de una gran industria editorial, la producción local es muy baja, apenas textos de primaria, también costosos, pues el papel, la maquinaria, la tinta y otros insumos son importados.

En septiembre, para la apertura del año escolar, se reportaron aumentos en libros de texto de 70, 100 y hasta 177%, como ocurrió con los «Glosa», que valían RD$415 y se dispararon a RD$735. Mientras, las mascotas de RD$16 se incrementaron a RD$32.

Como la mayoría de los alumnos de la Uasd y otras universidades, Alina trabaja con fotocopias, los libros están carísimos, uno de Introducción a la Sociología que en el semestre pasado valía RD$200 y RD$225, sobrepasa los RD$400. Pese a su alto precio, volátil como el dólar, tuvo que comprar algunos. –Le exigí a mi papá y me dio RD$500, compré un diccionario de francés que me costó RD$345 y uno de lógica en RD$60, otros me los prestaron.

Entristecida, comenta que últimamente observa la ausencia de estudiantes por falta de un pasaje. –Muchos compañeros vienen de campos, y tienen que irse apiñados y hasta no venir, la mayoría no trabaja. En mi clase de matemáticas, hoy vinieron muy pocos, la profesora investigó de dónde son y la mayoría viene de San Cristóbal y Baní, se debe al transporte, las guaguas cobran muy caro, y si no aprovechan el de la Uasd, se quedan.

También para ella el transporte es una traba, su madre hace un sobreesfuerzo para pagárselo, pero sabe que eso cesará. –Obligatoriamente voy a tener que trabajar, mamá no me va a poder seguir manteniendo.

Conoce la tenacidad de su madre y no cree que deserte del magisterio, aunque la crisis amenaza con una estampida de profesores y alumnos. Uno de los indicadores que sufre un gran deterioro es la deserción escolar, con un promedio anual de 5.7% en la enseñanza básica. Los mayores niveles se registran entre los más pobres, sobre todo si no hay escuelas en la vecindad, si no les mantienen el desayuno y la entrega de libros y uniformes, retardados o parcialmente suplidos este año, cuando la inflación engulle los recursos destinados a la educación.

[b]Devaluación del sueldo de maestros[/b]

Sueldo nominal Valor real 2002 Valor real 2003

Inflación 10.5% Inflación 35%

RD$3,600 RD$3,222 RD$2,350

RD$4,200 RD$3,759 RD$2,730

RD$5,000 RD$4,475 RD$3,250

RD$6,000 RD$5,370 RD$3,900

RD$8,000 RD$7,160 RD$5,200

RD$10,000 RD$8,950 RD$6,500

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