La diabetes, su incidencia en la salud oral

La diabetes,  su incidencia en la  salud oral

Agosto es el mes dedicado a la lucha contra la diabetes; tristemente cada año más y más personas padecen de diabetes, de hecho se puede decir que de forma silente ha invadido a la población.
La diabetes es comúnmente conocida como azúcar en la sangre y técnicamente se define como los niveles de glucosa (azúcar) en la sangre que están altos con relación al rango normal. Factores como la herencia y la alimentación son determinantes en el desarrollo de esta enfermedad.
La diabetes, con el pasar del tiempo y en pacientes que no pueden controlarla, afecta: la visión, circulación, riñones, encías, corazón, entre otras.
La enfermedad periodontal está íntimamente ligada al paciente diabético, éstas tienen mayores probabilidades de padecerlas, aún en las mismas condiciones que otro individuo, convirtiéndose en muchos casos en un círculo: diabetes – enfermedad periodontal- diabetes. Sencillo, a mayor nivel de glucosa en la sangre (diabetes), mayor probabilidad de enfermedad periodontal.
La enfermedad periodontal afecta todos los tejidos de alrededor de los dientes. En su primer estadio es conocida como gingivitis, luego periodontitis y si no es atendida a tiempo es la causa de pérdida dentaria.
La resequedad en la boca es común en los diabéticos, esta dificulta la auto limpieza de la cavidad oral, ya sean tejidos blandos y/o duros, aumentando así las posibilidades de caries y candidiasis (infecciones por hongos).
La alimentación, la higiene oral y las visitas periódicas al dentista juegan un rol de vital importancia en la salud oral de todo paciente, pero en los diabéticos estas deben ser más estrictas.
Una alimentación prácticamente libre de carbohidratos y azúcares es lo ideal para este paciente; una higiene minuciosa que incluya cepillado oral, preferiblemente con una pasta dental de acción prolongada. El uso de un cepillo de cerdas suaves que permita llegar a todos los lugares de la cavidad oral, así como el higienizar la lengua y carilllos; el uso de hilo o seda dental y de un enjuague indicado por el profesional de la salud son de mucha importancia. Algunos pacientes necesitarán uno u otro producto dependiendo de sus condiciones; no es lo mismo, por ejemplo, un paciente con gingivitis que uno con una periodontitis generalizada. Seguir siempre las indicaciones del odontólogo es primordial.
Visitas regulares al odontólogo, cada cuatro meses por lo menos. Ante la presencia de cualquier novedad, prótesis mal adaptada, bordes filosos, sangrado espontáneo o al cepillado, resequedad, mal aliento se debe de consultar de inmediato al profesional.
Es importante aclarar, ser diabético no es una condición que impida disfrutar de los avances tecnológicos y científicos de la odontología, por el contrario, estos avances le benefician. Ser diabético implica que usted debe dedicarle un poco más de tiempo a sus salud oral.
Contáctenos a info@odontodom.com.

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